José Colón
Buenos deseos
Congraciémonos hoy del Nacimiento del Niño que vino a cambiarlo todo y ayudemos a expandir el mensaje de Amor que ha hecho posible que heredemos todos aquellos principios que nos han hecho privilegiados en medio de las tiniebla
Aunque el estercolero político que nos hemos procurado continúa devorando las entrañas de nuestra sociedad sin descanso, conviene que en estas fechas seamos los paganos de impuestos quienes frenemos la miserable espiral en la que los paganos morales de nuestros gobernantes nos han metido con ... el único afán de destruir los pocos cimientos de una civilización sustentada sobre la Filosofía griega, el Derecho romano y la Religión Cristiana.
Puede que a su alrededor, querido lector, mientras ojea el periódico en su cafetería de cabecera, se confiesen ignorantes de los preceptos aristotélicos, se atrevan a identificar a Sócrates como un futbolista brasileño o desconozcan que el universo intelectual de Pitágoras abarcara más superficie que la formada por hipotenusas y catetos. Pero estoy seguro que en su observación comprobará las distintas sensibilidades políticas, el dispar criterio ético y estético e incluso es posible que haya frente a usted algún consumidor solitario que se esté preguntando por el sentido de la vida o la razón de las circunstancias que le han llevado ante esa barra.
Es asimismo probable que la parroquia haya realizado su vida hasta hoy sin versarse en interdictos, usucapios o el ius cogens. Que hagan bromas con Papiliano o que no conozcan más Gayo que el gran Joselito. Pero ambos podemos estar seguros que ninguno es ajeno a conceptos como «peculio» o «patria potestad»; y que todos tienen claro qué es suyo y qué no lo es. Como tampoco me cabe duda de que todos esos vecinos viven honestamente procurando no dañar al prójimo, son cumplidores de sus deberes y obligaciones y se muestran muy partidarios de que los gobernantes -y las relaciones humanas- se rijan por normas ya establecidas, sin dar lugar a sorpresas y arbitrios.
Y a pesar de kichianos de medio pelo, levantadores de puño metiastasados de odio, von-der-layens varios y demás escombrera confabulada en la labor de demolición, todos y cada uno de esos buenos vecinos es consciente de su dignidad como persona y la del prójimo; la mayoría defiende de forma natural la igualdad entre ellos y ninguno concibe otra forma de estar en el mundo que sintiéndose libre de elegir el camino que más le convenga, atraiga o interese en cada momento de la ruta.
De las veinte personas sobre las que estoy tratando, tres irán a la Misa del Gallo y enaltecerán el mensaje. Ocho posiblemente me tachen de mojigato y el resto mantendrá un prudente y respetuoso distanciamiento, guardando para sí sus creencias y razones. Pero ninguno correrá el riesgo de imaginarse integrante de una sociedad que anule al individuo y le niegue derechos consustanciales al ser humano, que le prive de opciones, que vehicule su pensamiento en una sola dirección obligatoria, que considere a la mujer como mera proveedora de servicios al hombre o que se gobierne por unos preceptos dictados por un Ser aterrador a unos privilegiados y no menos aterradores ministros que lo interpretan según les viene.
Por ello, congraciémonos hoy del Nacimiento del Niño que vino a cambiarlo todo y ayudemos a expandir el mensaje de Amor que ha hecho posible que heredemos todos aquellos principios que nos han hecho privilegiados en medio de las tinieblas.
Disfrutemos de este Adviento que ya termina para alumbrar de nuevo la Esperanza. Dejemos que los amantes de las cosechas, los adoradores de dólmenes y los aguafiestas de Osiris gocen de su placer solitario y deseemos, a todas las personas de bien, una FELIZ NAVIDAD.
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