Banderitas

Nunca he sido un «patriotero» al uso y, gracias a Dios, he viajado y leído lo suficiente como para entender, por una parte, que nuestro solar patrio es tan bueno –o tan malo– como lo puedan ser muchos; y, por la otra, que somos afortunados de vivir en uno de los mejores

José Colón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Andan los idiotas regocijados porque las personas normales de este país están escandalizadas por el asunto de la bandera boca abajo. A estas alturas, ya conocerán todos que el presidente de “nuestro” gobierno acudió a una cena cuyo anfitrión reina sobre un país que desampara ... a niños que, desesperados, se meten entre los ejes de un camión para escapar de allí. Y que el de la chilaba ordenó al primer ministro de nuestra nación sentarse bajo la bandera rojigualda con su escudo boca abajo, sin que se le oyera a Pedro un solo mugido, en una muestra de cobardía, sumisión y traición al Estado que no conoce igual desde las andanzas de la familia Borbón a principios del Siglo XIX. «¡Es solo un trapo!», dicen los simples riéndose en manada. «Se trata de un error insignificante», corean las formadas bases electorales que permiten que este digno país esté gobernado por gente indigna desde el 2 de Junio de 2018.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación