Javier Fornell
Je suis Kichi
Comprendo que hayas sentido miedo, tú y tus vecinos, sabiendo que dos energúmenos han podido acceder hasta tu vivienda, golpeando la puerta de tu casa y gritándote
Hoy «je suis Kichi», lo que viene siendo que me pongo a tu lado. Y lo hago usando tu apodo personal y no tu nombre completo porque es junto a tu persona, y no al señor alcalde, donde me sitúo. Por una razón simple y ... sencilla: entiendo el malestar y hasta el miedo que se debe sufrir cuando te acosan y te insultan. Algo que no se puede permitir nunca y que se debe denunciar siempre. Sin importar colores políticos ni afinidades, las personas están por encima de todo lo demás.
No voy a negar que soy crítico con tu gestión como alcalde. Y a el alcalde, con don José María González, no tendré jamás problemas para criticarle aquellas decisiones que crea incorrectas. Como también he aplaudido y defendidas que me parecen correctas como haber retrasado el Carnaval (aunque Cádiz, la libertaria, se haya lanzado a la calle, la decisión no dejaba de ser la adecuada).
Pero, en este caso, no importa la situación de la ciudad, ni el efecto llamada que se haya dado entre los sin techos para venir hasta Cádiz. Gentes que parecen haber visto en nuestra ciudad el lugar perfecto para hacer y deshacer a su antojo y según sus modos vivendi desde vuestra llegada a la alcaldía. Y que ahora han llegado hasta el umbral de tu hogar. Pero eso no debe servir de excusa para apoyar o reírse de que hayas sido buscado en tu casa e increpado por dos personas. Dos sin techos que se quejaban por las lógicas labores que la policía local está realizando para mantener la seguridad en la ciudad.
Hoy «je suis Kichi» porque comprendo que hayas sentido miedo, tú y tus vecinos, sabiendo que dos energúmenos han podido acceder hasta tu vivienda, golpeando la puerta de tu casa y gritándote. El lunes no estabas allí y, mejor aún, tus hijos tampoco. Yo no tengo hijos, pero no quiero pensar en el miedo que puede provocar la indefensión de que vayan a tu casa a buscarte, el miedo de los gritos y la violencia en la misma puerta de la que debe ser un lugar de paz, tranquilidad y seguridad, sobre todo para los más pequeños de la casa.
Al leer las noticias, también he visto las bromas y chascarrillos en redes sociales. Criticas personales en las que se confunde tu persona con tu gestión. Y no se deben confundir. Desgraciadamente para ti, tu figura de «alcalde del pueblo», del Kichi cercano, ha saltado de nuestras fronteras. Lo sé ya que me preguntan por «El Kishi» muchos turistas. Mi respuesta siempre es la misma: «Es una persona cercana, simpática y (hasta el día de hoy) honrado». Nunca entro en tu gestión, mentiría si dijera que estoy contento con cómo te está quedando la ciudad. Pero sí que diferencio persona de gestor.
Sin embargo, tu gestión como alcalde y tu cercanía como persona, ha llevado que seas atacado en tu hogar y a necesitar protección de la Policía Local. Espero de corazón que estos hechos no vuelvan a ocurrir y, sobre todo, que nunca ocurra con tus peques delante. Nadie tiene derecho a usar la fuerza para defender sus ideas. Nadie y bajo ninguna excusa.
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