Javier Fornell

Redes y controles

La crítica, siempre que sea constructiva, es positiva

Javier Fornell

Desde que aparecieron las redes sociales , éstas sirvieron principalmente para una cosa: demostrar lo bien que vivíamos frente a la aburrida vida del resto de mortales. Sin embargo, en los últimos años, han mostrado un uso mucho más siniestro. Desde ellas se creaba ... opinión, se lanzaban proclamas, bulos y medias mentiras para conseguir el apoyo a una u otra ideología. También sirvió para dar voz a quien no la tenía o hacer creer en la amistad al que tampoco la tenía.

Ahora, en plena pandemia mundial, caen por su propio peso. Nuestra vida ya no es perfecta y no podemos mostrar nuestra familia perfecta, nuestro rostro perfecto, nuestro viaje perfecto. Únicamente queda mostrar la realidad de cada cual y, según pasan los días, también el verdadero ser que se esconde tras las teclas.

Es triste, pero real, ver amistades físicas que se pierden en un mundo virtual por culpa de cuestiones políticas. Es triste ver cómo los bulos, las noticias falsas , las malditas hemerotecas se reproducen por los muros acompañados de una ristra de improperios. O de defensas a ultranza de lo indefendible.

Esta misma semana lo hemos visto, cuando el gobierno de Pedro Sánchez, con su filósofo ministro de Sanidad, avisaban de que los niños podrían salir a la calle a comprar , el banco o la farmacia. Al poco tiempo, su vicepresidente Pablo Iglesias usaba Facebook para decir que eso no era así y que él había logrado el cambio para que los peques pudieran dar un paseo.

Pero lo más interesante no ha sido el cambio de postura. El análisis de esta semana es más que claro: Podemos (que no es una institución del Gobierno y por tanto puedo criticarla sin miedo a que la Guardia Civil entre por la puerta de mi salón) ha sabido usar las redes sociales en beneficio propio. Una vez más saben dónde están los votantes: encerrados en sus casas y conectados a un teléfono haciendo tiempo entre comidas, grupos de mensajes y videos virales.

Pablo Iglesias lo tiene claro. Esa parte de la vida es la que hay que controlar. Los medios tradicionales, las televisiones, son sencillas de poner de su propio lado con la compra de espacios publicitarios –obsérvese la gira de ministros por los platos de Telecinco o la Sexta–, pero las redes se escapan del control gubernamental.

Por eso han mandado a la Guardia Civil a controlarlo y, por eso, el Jefe Mayor del Estado cometió el «lapsus» de decirlo en público. El error de advertir a la comunidad de ciudadanos de lo que les había solicitado el Ministerio de Grande Marlaska para que supieran / supiéramos lo que está ocurriendo.

No podemos criticar al Gobierno , eso crispa, dicen. Pero no es así. Podemos y debemos criticar al gobierno ya que su ineptitud ha favorecido (que no provocado) la muerte de muchos miles de españoles y el contagio de otros muchos más (los sanitarios gaditanos han sufrido sus mascarillas fake). La crítica, siempre que sea constructiva, es positiva. Si vemos que nos están lanzando a un pozo sin fondo, tendremos que cambiar de rumbo. Y ya vamos tarde para el cambio.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios