Javier Fornell
Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú
Campañas como la que presenta Manos Unidas estos días son vitales para la Tierra
Tenemos una casa común, la tierra , que anda de capa caída y en plena vorágine de cambios. Como un niño en la edad del pavo, sus ataques se hacen cada vez más frecuentes y cada vez más virulentos. Lo notamos en nuestras costas ... y escuchamos que ocurre en otros lugares del mundo occidental. Y pensamos, egoístas nosotros, que el planeta está castigándonos por el maltrato al le han sometido.
Y hay algo real: son los países más desarrollados los más contaminantes; somos nosotros -tú, yo y él- los que provocamos un aumento descontrolado de los desechos y un consumo acelerado. Es fácil echar la culpa a otros: a los gobiernos, a las grandes empresas, a las petroleras, a los países en vías de desarrollo, a China o a Estados Unidos. A cualquiera que no seamos nosotros. Pero, eso sí, pensamos que somos nosotros los que más sufrimos el maltrato al planeta.
Por eso es importante campañas como la que presenta Manos Unidas estos días y para todo el año 2020. Un año en que la ONG católica se va a centrar en denunciar las consecuencias que el deterioro medioambiental tiene sobre millones de personas, porque la crisis climática tiene, ante todo, un rostro humano: el de 821 millones de personas castigadas por el hambre.
He tenido la suerte de ser voluntario de Manos Unidas por más de 20 años. Y he podido visitar proyectos in situ para saber que, mas allá de la sensibilización, realiza una labor para el desarrollo sostenible y digno de los pueblos. Una labor necesaria que nace desde abajo, desde ellos, que solicitan apoyo para ofrecer un futuro digno a sus gentes. Además, se hace hincapié en la educación y en la formación, empoderando a la mujer como motor del cambio y apoyando la formación de líderes que se pongan al frente de proyectos autogestionados y creados por y para ellos.
Proyectos de los que deberíamos aprender aquí, dónde nos quejamos de los daños en las costas, pero volvemos a cometer los mismos errores. Donde continuamos consumiendo y desechando sin mirar las consecuencias que tienen nuestros actos. El martes se presentó la campaña 61 en San Fernando y ofrecieron una visión real: la construcción de un colegio en Zimbabue promovido por la población, en mano de los claretianos y que cuenta con aportaciones de privadas y de Manos Unidas.
Allí se han creado 7 aulas donde antes solo había un árbol para cobijar a los alumnos, y cada uno de ellos dotado de energía eléctrica, y sistemas de captación de agua. Así han conseguido dar energía a una zona que, para realizar una fotocopia, obligaba a andar 140 km. ¿Se imaginan aquí algo así?
No, claro que no. Aquí vivimos la inmediatez y no nos preocupamos de nada más mientras no nos afecte a nosotros. Nos olvidamos de que nuestras acciones tienen consecuencias y que está en nuestras manos realizar un cambio definitivo. Por eso, es tan fuerte y directo el lema de este año: Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú . Pero, añado, tú sí eres responsable de ese maltrato. Si cada uno limpiase la puerta de su casa, el mundo estaría limpio. Si cada uno cuidase su jardín, la naturaleza estaría cuidada.