Metacarnaval

Este atípico carnaval de verano ha contado con un jurado diferente e inclusivo, que ha terminado siendo modificado debido a la labia usada por uno de ellos en las redes sociales

Javier Fornell

Partamos de mi escaso conocimiento sobre el Carnaval. Me gusta, creo que como a cualquier gaditano, pero no soy un entendido ni lo pretendo. Por eso, precisamente por eso, este está siendo mi concurso. El COAC que le llaman ahora. Pero me gusta por todo ... lo que le está rodeando, un metacarnaval que hace que el mismo concurso pase a un segundo plano para hablar del aparente auto boicot que se ha gestado sobre las tablas del Falla.

Comenzó con agrupaciones que repetían tipo después de haber debutado en febrero en otros concursos; o que jugaban con el reglamento para saltarse ese mismo reglamento; y siguió con noticias falsas de agrupaciones que anunciaban el robo de los tipos en redes sociales para justificar ir de calle a las tablas de un teatro que ha visto años mejores.

Este atípico carnaval de verano ha contado con un jurado diferente e inclusivo, que ha terminado siendo modificado debido a la labia usada por uno de ellos en las redes sociales. Esas que encumbran y castigan sin piedad en esto de lo popular. Y entre criticas a un concurso descafeinado, con agrupaciones en algunos casos poco preparadas, era más noticia una persona evacuada del teatro al cierre del espectáculo que las propias coplas. Por suerte, las letras han ganado algo de peso con Antonio Martínez Ares y su critica al señor alcalde; y con la de Vera Luque a Macarena Olona para recordarles que en Andalucía no somos de extremos.

Pero ni eso ha conseguido despertar un Carnaval que se levantaba esta semana con el aviso de la Policía Local de que no harán horas extras para cubrir las necesidades de nuestra fiesta grande y veraniega. Un revés que se une a la falta de carpa debido a que los empresarios han dado la espalda a la concesión, sabedores de que en estas fechas de junio su negocio se encuentra en otros lares y lejos de la controversia con los vecinos.

Y, para colmo de males, como si la Bruja Piti quisiera reírse de este desaguisado, Lola Cazadilla (de la que se hablaba para sustituir a Kichi como alcaldable pero que se ha diluido como este carnaval) remata la faena. Y lo hace de cabeza y por la escuadra, invitando a una agrupación salida de las celdas de Puerto III en nombre de la reinserción y el perdón. Lo que parece no haber pensado es que meter a un pedófilo condenado a más de 30 años de prisión por abusar de menores aprovechando su posición dentro del mundo del carnaval no es la mejor opción.

¿No se planteó en ningún momento que esto levantaría ampollas entre los padres de los menores? ¿No pensó que no todo vale para conseguir una foto? Una foto de reinserción y concordia, una foto histórica que escondían como oro en paño hasta pocas horas antes de la actuación; pero una foto que se le ha vuelto del revés cuando todo el mundo del Carnaval, sin importar colores políticos, ha puesto el grito en el cielo ante la nueva ocurrencia de una concejala de Cultura que parece meter la pata en cada paso dado en este Carnaval. Al menos nos queda que se ha rectificado y no veremos un nuevo bochorno sobre las tablas del Gran Teatro.

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