Javier Fornell
El ala de la mariposa murciana
Una moción de censura, en una comunidad menor como es Murcia, ha terminado provocando la dimisión como vicepresidente del Gobierno del todo poderoso líder supremo de la izquierda
Dicen que el aleteo de una mariposa en China puede cambiar el mundo en el Ecuador, y algo así es lo que pasado en nuestro patio político. Una moción de censura, en una comunidad menor como es Murcia, ha terminado provocando la dimisión como vicepresidente ... del Gobierno del todo poderoso líder supremo de la izquierda. Pablo Iglesias nunca ha dado puntada sin hilo y aunque su coherencia política e ideología es como el azul del ala de una mosca, sí que ha demostrado un dominio de la escena que pocos tienen.
Su salida del Gobierno, adelantada por las elecciones en Madrid y el más que probable descalabro de Podemos en la capital del reino, no es más que eso: un adelanto. Pablo Iglesias ya no se sentía cómodo en su supuesta posición privilegiada. La Unión Europea, la oposición y sus propios compañeros de Gobierno le habían llamado la atención por sus declaraciones, más propias de lideres estudiantiles de la izquierda radical que de uno de los líderes del Gobierno nacional y ve como su discurso queda aplacado por su cargo.
Por eso, ha dado este giro de timón desde el despacho vicepresidencial para presentarse como la última defensa posible contra el fascismo que, según él y la izquierda, representa Isabel Díaz Ayuso. Pero también ha buscado un último salvavidas después de haber metido la pata en varias ocasiones y de no haber conseguido nada de lo que se propuso al llegar al gobierno. Además, Podemos se desangra con un continuado descenso de votos y él mismo es el líder peor valorado según el CIS el pasado mes.
Pero nada de eso importa al líder supremo que ha decidido erigirse como candidato a la Comunidad de Madrid sin tener en cuenta las primarias de su partido y echando a un lado a Isabel Serra Sánchez (candidata natural), en un claro ejemplo de su patriarcado en Podemos. Para conseguir su objetivo de salvar Podemos, esperaba conseguir el apoyo de Más Madrid, de su excompañero Errejón, pero se ha encontrado con el ‘no’ de un grupo político que se ha decantado por la izquierda moderada en vez del radicalismo morado.
Lo que parece claro es que Pablo Iglesias ha realizado una huida hacia delante con el objetivo de salvar los pocos muebles que le quedan después de haber desaparecido del Parlament catalán y del considerable descenso de apoyo social que se constata día a día. Pero ese intento puede volverse totalmente en su contra. Isabel Díaz Ayuso ha sabido verlo y su eslogan «Comunismo o libertad» lo demuestra. Las palabras de Iglesias en favor de los independentistas y sus fotos con radicales cercanos a la extinta ETA pueden provocar el efecto contrario en un Madrid que no olvida el daño y el dolor causado, y que no quiere ver subidas de impuestos, como amenaza la izquierda en provocar.
Además, el ‘no’ de Más Madrid y un Gabilondo de perfil bajo en el PSOE deja al bloque de la izquierda dividido y debilitado frente una Ayuso que se siente fuerte como presidenta y que ha aprovechado la traición fallida de Ciudadanos en Murcia para reforzarse justo cuando el viento sopla a su favor.