Javier Fornell

Kichi en Bermudas

Cádiz tiene muchos defectos, pero también grandes virtudes, y la imagen de Kichi en Bermudas debe servir para potenciar una de ellas: nuestra vinculación con el mar

Javier Fornell

La semana pasada, al ver lo que mis ojos veían y los comentarios que leía, mi mente perversa pensó, inmediatamente, en Yolanda Vallejo. Así que rápido y veloz asalté las hojas de este periódico el domingo buscando la magistral ironía de la citada columnista. Deseaba ... de todo corazón leer lo que nos podría decir la susodicha de Kichi en Bermudas, pero nada. Mi gozo en un pozo y mi columna de esta semana clara.

La imagen del alcalde en las citadas bermudas podría dar para mucho. De hecho, nos podría haber dado para hablar de la foto (cuasi dantesca por lo hortera) de la pareja feliz con los piececitos mojados por las aguas, aun frías, de la playa más gadita de cuantas bañan la ciudad. Pero no voy a entrar en eso, pues tengo prejuicios contra esos pantalones a media pierna, coquineros si se quiere. Para mí, esos pantaloncillos muestran la falta de clase de quienes olvidaron los calcetines en defensa de una moda sin sentido. Al menos no lo tiene para mí, que prefiero pies calientes y tobillos tapadillos. Como ya he dicho, tengo mis propias tarillas.

La verdad es que la imagen que me hago de Kichi en Bermudas es otra. De hecho, la forma de vestir que tenga el señor alcalde en su vida privada me importa casi lo mismo que su vida privada: nada. Si a ellos esa foto le gusta, bien por ellos. Yo no me la hubiera hecho, pero también tengo fotos vestido de marinerito y a otros le puede parecer una catetada. Ya se sabe: para gustos, pantalones. Me hubiera molestado si hubiera aparecido de tal guisa en un acto público, pero en un acto privado, como si Teresa Rodríguez le da por vestirse de faralaes para ir por el pan. No tiene más valor que el que ellos quieran darle.

La imagen en Bermudas de Kichi que si es importante es la que veremos en unos meses. Cuando, permutado en José María González Santos acuda a la citada isla en representación de la ciudad. Y, aunque suene a algo poco serio, e incluso choque contra sus discursos contra los viajes de la anterior alcaldesa, el alcalde hará lo que se espera de un alcalde. La promoción que la Sail GP dio a Cádiz el pasado año es más que suficiente para aplaudir la imagen de Kichi en Bermudas.

Es cierto, que la ironía del momento ha hecho que coincida la foto de marras con el anuncio del viaje, pero no es menos cierto que, por una vez, es una coincidencia graciosa. Siempre he creído que un alcalde debe ser el representante de sus ciudadanos y aunque la foto con bermudas y pies al agua a mi no me representa; si lo hará su viaje a la isla paradisiaca.

Nuestra ciudad vive del turismo y aunque para algunos sea un castigo es nuestra principal industria. Además, la Bahía de Cádiz es una meca de los deportes de vela, como ya se intentó con aquel Mundo Vela del pasado.

La foto del alcalde en Bermudas será un empujón necesario después del éxito de la pasada campaña en nuestra ciudad. La Sail GP es la Formula 1 del mar y no solo por su espectacularidad. También por todo lo económico que se mueve a su alrededor. Cádiz tiene muchos defectos, pero también grandes virtudes, y la imagen de Kichi en Bermudas debe servir para potenciar una de ellas: nuestra vinculación con el mar.

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