Javier Fornell
Un año histórico
Es curioso, la historia nos dice que Inglaterra siempre se ha sentido imperio, pero ya no cuenta con ese imperio
El cierre de fronteras con Reino Unido con motivo del covid es un aviso de lo que puede sufrir la pérfida Albión con la llegada del Brexit el 1 de enero. El mundo, preocupado por el virus, ha dejado de hablar de otros aspectos que ... convertirán a este año que se acaba en fecha obligada a estudiar en las asignaturas de historia. El año en el que el mundo se paró por culpa de una enfermedad nacida en Oriente y que se hizo fuerte en Europa. El mismo año en el que la Unión Europea mostró su valor en épocas de crisis económicas y que puede ser un pilar para evitar daños mayores y guerras fratricidas en el viejo continente.
Este es el año en el que un denostado presidente de Estados Unidos abandona su cargo sin haber tenido un solo conflicto bélico, pese a que se le acusará de belicista. 2020 también será recordado por los confinamientos y el cambio en nuestra forma de vivir, algo que ha venido para quedarse. Pero, si algo realmente supondrá un cambio histórico profundo será la salida de Reino Unido de la Unión Europea (y la más que posible apertura de las fronteras entre España y Gibraltar).
Hoy mismo podemos ver cómo Inglaterra empieza a sentir el aislamiento, aunque aun no tienen falta de abastecimiento, este llegará en unos días debido que es un país importador de productos básicos, y sus supermercados ya están viendo mermadas sus existencias mientras la frontera sigue cerrada y los camiones parados a uno y otro lado. Es un aviso, un toque de atención a los ingleses de lo que viene que tras el Brexit duro al que les ha llevado Boris Johnson con su antieuropeísmo radical.
Es curioso, la historia nos dice que Inglaterra siempre se ha sentido imperio, pero ya no cuenta con ese imperio. La Commonwealth hace mucho que no es más que un símbolo de un pasado esplendor que les ha cegado hasta convertir su futuro en negro. Lo peor es que el problema social está a punto de estallar en la isla. Hoy todavía se pueden comprar carne y productos frescos, pero la falta de medidas anti-covid, de gran parte de su sociedad, y una nueva cepa que aumenta rápidamente los infectados en un país que parece sentirse seguro, dará lugar a revueltas urbanas en breve tiempo. Justo, cuando los supermercados estén vacíos y los hospitales llenos.
Será entonces cuando los británicos se den cuenta de la realidad que les tocará vivir desde el próximo año. Una realidad que viene, como la nueva normalidad, para quedarse y que conllevará irremediablemente una subida de precios y de la mano de obra que ya no llegará buscando en Reino Unido las oportunidades que se les cierran en el continente. Ya que las oportunidades se han convertido en desventajas.
Curiosamente, quién parece salir ganando de toda esta situación es la única colonia europea: Gibraltar. Según parecen indicar las negociaciones actuales, la frontera se va a lanzar al aeropuerto y el puerto, permitiéndose el libre tránsito de personas entre la Roca y la Línea con total libertad. Entrando, por primera vez, en territorio Schengen y permitiéndose desde 1704 que la frontera terrestre no sea más que un caseta.
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