Javier Fornell
Generación Woke
Lo políticamente correcto se ha convertido en la nueva moral y, a la vez, en una dictadura social en pleno siglo XXI
En Estados Unidos ha surgido una generación nueva. A los Millenials y la Generación Z se le une ahora la generación Woke. Pero, aunque su nombre nos recuerde a un restaurante de comida china, esta generación se aleja mucho de la filosofía oriental. O quizás ... no. En Japón y otras zonas del oriente, lo políticamente correcto ha cobrado tal sentido que es imposible tocar a una persona en la calle, sin importar que sea tu pareja o un amigo cercano.
Y la generación Woke (del inglés “despertar”) tiene mucho de eso. Se dice que todo comenzó con universitarios del este del país, que se autodefinían como tales al haber despertado a la realidad de racismo, machismo y homofobia que imperaba en su país. Es decir, gritaban que habían despertado a la intolerancia. Curiosamente, cayendo en ella misma.
Lo políticamente correcto se ha convertido en la nueva moral y, a la vez, en una dictadura social en pleno siglo XXI. Llevándose a extremos tan absurdos como que HBO censure “Lo que el viento se llevó” por racista, olvidando que Hattie McDaniel (Mammy) fue la primera actriz negra en ganar un Oscar. O, por ejemplo, ha llevado a que Fox (ahora Disney) pierda una de sus voces míticas con la dimisión de Mike Henry, que durante 20 años ha sido la voz a Cleveland, en Padre de familia, por no ser afroamericano. También los Simpson han anunciado el cambio de doblador de Apu; y otras series han anunciado cambios de voces ya que “la actriz que da vida al personaje no es una mujer blanca bisexual”. Lo dicho, la dictadura de lo políticamente correcto.
Pero no pensemos que esta generación Woke se queda en Estados Unidos. Recordemos que en la anterior edición de Operación Triunfo los alumnos solicitaron que se censurase la palabra “maricón” de una canción de los “muy racistas y homófobos” Mecano. O, en estos días, también tenemos una campaña para acabar con los conguitos por racistas; y contra una conocida marca de componentes informáticos por lanzar una memoria RAM blanca y no negra.
Hemos llegado a un punto en el que vamos a tener que pedir perdón por todo y en todo momento; en le que no vamos a poder hablar por miedo a ofender a cualquiera que esté a nuestro lado. Hemos etiquetado tanto a la sociedad que nos hemos olvidados de la riqueza que da la diversidad. Ahora todos debemos ser lo que parecemos ser y continuamos con diferenciaciones absurdas.
Por supuesto, la tolerancia debe ser el factor principal de la ciudadanía: el respeto al otro por el mero hecho de ser persona. No por ser negro, blanco, heterosexual, bisexual, hombre o mujer. Simplemente, por ser una persona con sus sueños, anhelos, problemas y circunstancias. Para mí, lo peor de la dictadura de lo políticamente correcto que vienen imponiendo los Woke y que crecerá en el futuro, es que se coarta la libertad de las personas.
Lo peor es el miedo a que te tachen de cualquier cosa por decir una palabra “equivocada” o por llevar la corriente al nuevo gurú de moda que marca las pautas de lo correcto.