Javier Fornell

En defensa del Excmo. alcalde

Le defiendo pese a su incoherencia de querer seguir el gobierno otros cuatro años más, siempre que el pueblo decida renovarle esa carga

Javier Fornell

Estimado señor alcalde de Cádiz. Ante tanta protesta por sus declaraciones sobre su posible continuidad al frente del proyecto de ciudad, debo posicionarme a su lado. La vida nos demuestra que las cosas no siempre son como nos gustarían y por más que pongamos de ... nuestra parte, no logramos remediarlo. A mí, por ejemplo, me gustaría ser alto, fuerte y ser capaz de hablar la lengua del Brexit como si fuera de la City. Pero me parezco más a usted de lo que a usted le gustaría y comparto su crítica a la gordofobia que tanto daño nos hace.

Y si tuvo razón con atacar al culto al cuerpo que menosprecia al que ha encontrado la felicidad ‘fofisánica’, también tiene usted razón cuando dice que no ve en su entorno nadie con la capacidad necesaria para sustituirle en esta carga que le ha tocado como alcalde gaditano. Aunque no sé si eso es algo de lo que alegrarse o un ejemplo claro de que vuestro tiempo ha terminado.

También tiene razón cuando dice que su proyecto de ciudad no ha terminado y que aún le quedan cosas (casi todo) por hacer. Tampoco le voy a negar lo ingrato que es que otros vengan a ponerse medallas del puente que usted levantó y de los logros conseguidos. Será que yo soy un poquito egocéntrico, pero como a usted, me gustan que me reconozcan cuando hago algo bien. Aunque las críticas creo que no las llevo tan mal como su excelentísimo alcalde.

Aún así, hay cosas en las que no estoy de acuerdo con usted. Por más que pueda comprender sus razones, hay cosas que creo no ha planteado bien. Por ejemplo, respecto a la existencia de alguna persona dispuesta a seguir su trabajo. De hecho, en vez de preguntarse si va a continuar o no en el sillón del ayuntamiento, debería plantearse que si no hay nadie a su alrededor preparado para tamaña empresa, es que su equipo de Gobierno no está a la altura de lo que necesita la ciudad.

Cádiz requiere mucha preparación. Esta ciudad no es sencilla, ni por su situación, ni por su gente. Eso, señor alcalde, lo ha aprendido con el carnaval atrasado a junio (y eso que, nuevamente, entiendo sus razones). Pero también por su insularidad que hace que tenga poco espacio para realizar viviendas, tanto públicas como privadas. Y, tal y como ha realizado usted con las últimas promociones de vivienda privada, es lógico vender terrenos propios para poder sufragar otros gastos. Sobre todo los sociales, que tan necesarios son en nuestra vetusta tierra.

Por eso, señor alcalde, hoy le defiendo. Le defiendo pese a su incoherencia de querer seguir el gobierno otros cuatro años más, siempre que el pueblo decida renovarle esa carga. Entiendo que crea que no tiene nadie a su alrededor en disposición de tomar las riendas, ya que salvo contadas personas, no veo en su equipo a nadie capacitado. Entiendo hasta que le haya molestado que Martín Vila sí cumpla su promesa y se vaya a dar clases, ya que al final le deja en mal lugar. En el mismo en el que usted ha dejado a quienes trabajan codo a codo con su excelentísimo en un proyecto de ciudad más que dudoso.

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