Javier Fornell

Comienza la fiesta regional de la democracia

Juanma Moreno, al frente del PP y de la Junta de Andalucía, ha demostrado que a esta región el cambio le ha venido muy bien y que otras políticas eran posibles

Javier Fornell

Entramos en la fase final de las legislaturas andaluzas y ya vuele la campaña electoral. Se nota en los comentarios en prensa, en las redes y en la tensión que se genera entre votantes de uno y otro bando. Queda poco para nuestra fiesta de ... la democracia regional y las aguas van a bajar revueltas para todos los partidos. Si bien, algunos, se afianzan en su posición después de una gestión más que destacable en plena época de pandemia.

Juanma Moreno, al frente del PP y de la Junta de Andalucía, ha demostrado que a esta región el cambio le ha venido muy bien y que otras políticas eran posibles. Pese al discurso del miedo que lanzó la izquierda, por el necesario apoyo de VOX al gobierno bipartido de la Junta, el líder del PP ha sabido capear el temporal. La pandemia ha sido una prueba de fuego y, con sus más y sus menos, ha salido reforzado: ha digitalizado las gestiones para facilitar al ciudadano su día a día; las ayudas han llegado puntuales y en tiempo; la vacunación ha sido un éxito en todos los sentidos; y económicamente la región avanza fuerte y a mayor ritmo que el resto del país.

También ha tenido sombras: la sanidad y la educación pública, heredada de cuarenta años de retrasos socialistas, no está al nivel que debería. Se han echado en falta médicos y profesores. Aunque durante los meses fuertes de pandemia, el gobierno supo reforzar esos campos, ha perdido la oportunidad de consolidar la plantilla mejorando cualitativamente la calidad del servicio público.

Juan Marín, por su parte, también ha reforzado su figura (que no la de su partido) haciendo buen tándem con Moreno Bonilla. Sin embargo, Ciudadanos continúa de capa caída y las encuestas no auguran buen futuro al partido naranja. Pero Marín ya ha demostrado que es un animal político y que sabe sobrevivir; por lo que no sería del todo descartable su salto al PP o una coalición PP-Cs para las elecciones andaluzas. En todo caso, estamos hablando de una marca personal y no de partido. Ciudadanos va camino de su absorción por PP y VOX.

Y es precisamente VOX el que más tiene que ganar en estas aguas revueltas. El populismo de extrema derecha ha sabido pescar en el caladero de los antivacunas y, curiosamente, entre parte del electorado de Podemos. Está en pleno auge y todo parece indicar que acabará siendo llave de gobierno a nivel nacional y regional; si bien en Andalucía el PP parece dirigirse a la mayoría absoluta.

Finalmente, la izquierda aparece disgregada, dividida y a la gresca. El PSOE oculta como puede las sentencias del ERE. Pero el mayor caso de corrupción de este país, en el que se han visto involucrados todos los gobiernos del PSOE, acabará saliendo a la luz en las elecciones. Sus votantes más fieles lo perdonarán, pero… ¿y los indecisos? Aquí puede estar la clave para los socialistas ya que el discurso de que viene la derecha ha perdido solidez después de estos casi cuatro años de gobierno PP-Cs.

Respecto a Podemos-UP-Adelante Andalucía, la disgregación de la izquierda se hace cada vez más patente. A las luchas internas se une que su discurso se diluido como un azucarillo en el café y que ya nadie cree la perorata andalucista de Teresa Rodriguez-Rubio.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios