Javier Fornell
Arrancan las elecciones
Esperemos que el 1 de mayo no se convierta en una nueva batalla campal en las calles de la ciudad
El anuncio de Juanma Moreno Bonilla de que habrá elecciones en junio supone el pistoletazo de salida para un nuevo ciclo electoral. Un ciclo que comenzará con la autonómica para seguir el próximo año con las municipales. Y que llega en una fase de cambios ... en el panorama político andaluz, con una izquierda absolutamente disgregada que se divide entre la nueva Andalucía Adelante y la caída constante de Podemos. Pero, sobre todo, con un PSOE que no sabe qué ocurrirá con ellos después del 19J.
Durante decenios, los socialistas andaluces llegaban a las elecciones con la satisfacción de saberse ganadores. Incluso con la llegada al poder del duunvirato Moreno-Marín seguían sintiéndose seguros. Pero ahora, casi cuatro años después y con una pandemia por el camino, Andalucía parece haber girado y el crecimiento de la derecha parece imparable, encaminándonos a un nuevo gobierno regional en el que VOX puede ganar mucho peso.
Y esto último, el crecimiento imparable de VOX en España, que se asemeja al de la extrema derecha en otros países de nuestro entorno, es lo más complicado de asumir. El grito de «que viene la derecha» ha dejado de tener éxito entre los votantes indecisos de la izquierda, ya que la presencia del partido de Abascal en otros parlamentos no ha supuesto una radicalización de la vida pública. Además, el discurso del partido verde ha sabido aunar los miedos y frustraciones de la población y no es raro oír a exvotantes de Podemos posicionándose en el extremo contrario. Ya se sabe: mismo perro, distinto collar.
En nuestro Cádiz, este 1 de mayo veremos la primera etapa de una campaña electoral que empezará en los atípicos carnavales de junio. Y lo veremos con tres marchas diferentes por el día del trabajo: la organizada por los sindicatos tradicionales y la izquierda política, cada vez con menos crédito entre los votantes; la de esa amalgama extraña llamada «confluencia de sindicatos» que reúne a los que ya no ven a UGT y CC OO como sus defensores; y, finalmente, Santiago Abascal y los suyos.
Esperemos que el 1 de mayo no se convierta en una nueva batalla campal en las calles de la ciudad. El alcalde ha lanzado un mensaje sensato: ignórense los unos y otros. Sin darle más presencia y publicidad de la necesaria a VOX. Y esa petición es lógica y loable. Santiago Abascal y los suyos controlan las redes sociales y los medios digitales; dominan los nuevos tiempos y el alcalde twittero lo sabe (y lo sufre). Por eso ahora que el miedo al lobo no vale, busca la otra opción: una nube de desinformación sobre sus rivales políticos.
Y mientras, PP y Ciudadanos tratan de mostrar la imagen más institucional, presentando proyectos y realidades que demuestran que estos cuatro años sin los socialistas en el gobierno le han sentado realmente bien a la comunidad. ¡Y vaya si le ha sentado bien! Se ha puesto a la cabeza de España en muchos puntos básicos económicos, se ha creado empleo, no se ha hablado de corrupción. Ahora, queda esperar hasta las elecciones para ver que destino le queda a esta comunidad.