La Voz de Cádiz
Inversiones en el aire
El bloqueo del PSOE a la formación de Gobierno pone en jaque una veintena de proyectos y obras en la provincia
El Gobierno en funciones está atado de pies y manos y todo apunta a que la solución al bloqueo institucional que mantiene el PSOE se encuentra en la celebración de unas terceras elecciones, aunque tampoco nadie garantiza que una tercera vuelta a las urnas sea la solución definitiva a la crisis política que vive el país desde que el 20 de diciembre de 2015 ganara el PP por mayoría simple y Rajoy no lograra el respaldo del resto de fuerzas para su investidura. La segunda parte de esta película la pudimos ver el pasado 26 de junio, cuando el PP ganó de nuevo las elecciones y gozó con más respaldo social que en la convocatoria de diciembre. El líder socialista Pedro Sánchez se aferra a un «no» a Rajoy y al Gobierno del PP que está llevando al país a un grave estancamiento.
Los primeros síntomas de esta parálisis se advierten en la ralentización de la obra pública y en la incertidumbre que pesa sobre las inversiones. Es evidente que un Gobierno en funciones como el que dirige Rajoy desde finales de 2015 no puede tomar grandes decisiones y el resultado de esa inacción lo pagamos todos, incluido Pedro Sánchez. La ausencia a estas alturas de un presupuesto para 2017 que garantice el seguimiento de las obras ya iniciadas y canalice el futuro económico del país ponen contra las cuerdas a proyectos de envergadura. El PP gaditano barrió ayer para casa y enumeró una veintena de proyectos que corren el riesgo de sumar nuevos retrasos si la situación política no se desatranca.
Este es el caso de la obra de reordenación del nudo de Tres Caminos, a la espera del informe de impacto ambiental, la construcción de las comisarías de El Puerto, Jerez y Cádiz o la puesta en marcha del tren de La Cabezuela. Se trata de proyectos clave para Cádiz que están condicionados a la redacción de un nuevo presupuesto y a la voluntad política. Es cierto que varias de estas obras han cabalgado de legislatura en legislatura sin que los ciudadanos vean la pala excavadora, pero también es verdad que sin un Gobierno estable que garantice su continuidad resulta más fácil que estos proyectos duerman el sueño de los justos hasta su rescate. El Gobierno de la Nación, sea del color que sea, suele avanzar a finales de septiembre su previsión económica para el año siguiente y deja para octubre la presentación oficial del presupuesto. El bloqueo impide por ahora saber a qué a tenernos.