EL APUNTE
Intolerable situación de un servicio básico
Bomberos de la provincia pueden dejar de cobrar sus nóminas por impagos de los ayuntamientos
La democracia española, sus instituciones, aún las más pequeñas, deben aprender de otras más antiguas y expertas que algunas cuestiones están fuera del debate político, de los vaivenes electorales y las circunstancias. Hay que poner algunos servicios a salvo de cualquier contingencia, tratarlos como sagrados porque son de necesidad básica y universal. Entre ellos, estarían la educación y la sanidad pero también las emergencias, la seguridad entendida como labor de auxilio a los que sufren una desgracia. En este último grupo, es obvio, estarían los bomberos. Por esa condición de intocables que deben tener algunos servicios que todos podemos necesitar en algún momento, que salvan vidas ajenas y ponen las propias en peligro, resulta más doloroso que los bomberos de Cádiz estén en riesgo de dejar de cobrar sus nóminas en unos meses. Los impagos persistentes de algunos ayuntamientos pueden propiciar a final de año que sean expulsados del Consorcio Provincial, que no reciban asistencia. Algunos son tan grandes e importantes como Jerez, la ciudad con más habitantes de la provincia con 200.000 residentes que pueden quedar al albur de un servicio de bomberos nuevo, más inexperto, peor preparado y equipado. Los bomberos actuales ven como el organigrama que les agrupa y paga, que les sostiene y coordina se ha desangrado por los retrasos de los ayuntamientos. Es Consorcio es «un paciente en estado crítico» aseguró ayer el nuevo presidente del Consorcio provincial de Bomberos de Cádiz, Francisco Vaca. Decidió encender las alarmas pero esta vez el fuego está dentro de los parques. O llega el dinero pendiente o en seis meses pueden faltar las nóminas, puede suspenderse la atención en localidades muy pobladas. Nunca debimos llegar aquí. Nunca en un servicio como éste.