OPINIÓN
Insolidaridad gaditana
El gran objetivo de Podemos en su segunda etapa en el ayuntamiento de Cádiz es acabar con las guerras en el mundo
Después de superar con nota el objetivo fundamental que se marcó Podemos cuando llegó al Ayuntamiento de Cádiz en 2015, que no era otro que acabar con el hambre de los niños gaditanos, el equipo de Gobierno está empeñado en conseguir el que sin duda ... es el gran reto para este segundo mandato: acabar con las guerras y las desigualdades en el mundo. Ya se dio un primer paso con la colocación de aquella pancarta, ¿recuerdan? ‘Por una Europa de puertas abiertas, las fronteras matan’, que hizo temblar a no pocos comisarios europeos y a los mismísimos Matteo Salvini y Donald Trump. Pero aquello no fue más que una pequeña declaración de intenciones, un aviso de lo que llegaría una vez consiguiesen que los niños de La Viña y La Laguna comiesen tres comidas al día. Y ese momento ha llegado, por lo que los líderes mundiales, y muy especialmente los israelíes, pueden ir convocando desde ya sus respectivos gabinetes de crisis.
La cosa empezó por la suspensión de un ciclo de cine israelí que ellos mismos habían programado semanas antes. Los servicios secretos de Netanyahu han trabajado estos últimos meses con dos hipótesis. La primera es que el Ayuntamiento de Cádiz programase el ciclo cinematográfico a sabiendas –como hizo Teófila con el agua envenenada de Loreto– para luego desprogramarlo y lograr así un mayor impacto mediático. Y la segunda es que son tan ineptos que no saben lo que programan, ni lo que desprograman, ni lo que dejan de programar. Habida cuenta del elevado nivel político de los concejales de Podemos y la contrastada experiencia de sus múltiples asesores, esta segunda hipótesis está prácticamente descartada. Sobre todo una vez hemos sabido esta misma semana que tanto Kichi como el concejal de la venganza, los complejitos y la inquina permanente, Martín Vila, acudirán mañana lunes de la manita a la presentación de ‘Provincia 53’, «un documental web que se aproxima al conflicto del Sáhara Occidental desde el punto de vista de la memoria histórica». Ha comenzado, por tanto, la cuenta atrás para que este conflicto histórico acabe de una vez para siempre. Que se vuelvan a casa todos los expertos en política internacional, los diplomáticos y los ministros de Exteriores del mundo entero. Kichi y Martín Vila ya se han puesto manos a la obra.
Y ya que les están haciendo su trabajo, que nos manden a Cádiz a Josep Borrell o a algún secretario de Estado para ver si ellos son capaces de renovar el contrato municipal de limpieza, que la ciudad está que da asco. O el de autobuses, que están viejísimos y sueltan unas humaredas muy contaminantes. Eso sí, que vengan en bici, que ya se sabe que aquí sólo usan el coche los temibles capitaliiiiiiiistas, que no hacen más que fomentar la sociedad de consumo. Y llenan los parkings, dando muestras evidentes de su insolidaridad. Con el medio ambiente y con la paz mundial.