Infinita solidaridad en la provincia
Las organizaciones sociales han logrado tejer una red de ayuda en Cádiz en favor de los más necesitados
La solidaridad en Cádiz no tiene límites. No se trata de un tópico navideño. Al contrario. La crisis ha demostrado cómo se puede repartir entre los que menos tienen y, para ello, una red de organizaciones sociales se encargan de prestar esa ayuda. Cáritas, Cruz ... Roja o el Banco de Alimentos son tres claros ejemplos de solidaridad gratuita y voluntaria. Más de tres millones de personas se encuentran en riesgo de pobreza en Andalucía. Se trata de uno de los datos que recoge el 7º Informe sobre el Estado de la Pobreza en Andalucía, publicado por la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-A). La tasa del 3,7% supera a la media estatal y es la tercera mayor de todas las comunidades, por detrás de Extremadura y Canarias. Respecto a 2008, este indicador no solo no desciende, sino que hoy en día hay medio millón más de andaluces en riesgo de pobreza. De este modo, una de las consecuencias de la crisis es que, aunque algunos indicadores macroeconómicos muestran síntomas de recuperación, la desigualdad ha aumentado tanto en el seno de la sociedad andaluza como en relación al país: el 54,6% de la población andaluza tiene ingresos inferiores a los 1.000 euros al mes. Un 32,9% de las pensiones están por debajo del umbral de pobreza, y el porcentaje sube al 46,1% en las de viudedad. Estos datos tienen su explicación por el paro que ha soportado la provincia en la última década. En Cádiz, las personas que alcanzan o superan los dos años de paro se sitúan en 43.475, lo que supone un 30% del total de las personas desempleadas, el porcentaje más elevado de las provincias andaluzas. El paro es la causa principal de exclusión de nuestro mercado de trabajo, pero la ocupación centrada en empleos precarios, temporales y con bajos salarios, tampoco garantiza ya una calidad de vida aceptable. El informe de Andalucía se centra especialmente en un análisis de las cifras sobre la población que padece paro de larga duración y a quienes superan los cuatro años sin poder trabajar, este colectivo es especialmente vulnerable por las grandes dificultades para encontrar un empleo digno, y con un alto riesgo de permanecer o caer en situaciones de marginalidad y pobreza extrema.