LA VOZ - EL APUNTE
El infierno son los otros
Aunque pueda aprobarlas por la puerta de atrás, el desacuerdo alrededor del primer presupuesto del nuevo Ayuntamiento es un fracaso que no pueden achacar a los demás
La eterna novela por entregas de la negociación de los primeros presupuestos del nuevo gobierno local llegó ayer al enésimo capítulo del desencuentro. En la margarita de las mil hojas, ahora toca el distanciamiento. Tras haber teatralizado el acercamiento con cientos de frases y declaraciones (hechos, ninguno), tanto Podemos como Ganemos y PSOE han vuelto a ponerse muecas de rechazo y desdén. Los socialistas se agarran ahora a un elemento que, con ser cierto, no es nuevo: los ingresos que se reflejan en las cuentas no están garantizados. Ni mucho menos. El interventor ya lo advertía en un informe y hasta el delegado de Hacienda lo admite. Es decir, los presupuestos son hipotéticos. Con ese gran argumento, el PSOE ha vuelto a hacerse el despechado, el interesante. Podría haber reprochado la misma realidad, que no ha cambiado, hace dos semanas y dos meses pero lo hace a dos días del Pleno Extraordinario que debe dar luz verde, o ambas, a ese primer proyecto presupuestario. El gobierno local siempre puede aprobarlo en comisión, en Junta de Gobierno, por su cuenta, con la mayoría minoritaria que sustenta el ejecutivo. No necesita más pero sabe que sacar sus primeras cuentas por la puerta de atrás es un fracaso, es una limitación que puede lastrar su aplicación y convertir cada sesión plenaria en un calvario. Mayor.
La reacción ante este previsible revés ha sido la habitual en el equipo que dirige José María González Santos. Dice que todos le tienen manía. Todos son culpables. Todos son el infierno. Especialmente el PP. En un pataleo pueril, el alcalde pide apoyo para los presupuestos para «que no vuelva la pobreza infantil a las calles». Debe de vivir en otra ciudad, en otro planeta. La pobreza infantil, en Cádiz, es mínima y está oculta en pisos con mucho sufrimiento. No está en las calles y es la misma hoy que hace tres o cinco años. Llega hasta a parapetarse en la plantilla de Onda Cádiz para pedir clemencia.
Y a todo esto, la casa sin barrer. Con cuentas o sin ellas, todo por hacer.