El Apunte - OPINIÓN

La indigencia como ejemplo

Los actuales gobernantes municipales no dan con el alivio para una situación que antes denunciaban

La emergencia y el drama social sacan lo mejor de algunas personas. Los peores días de frío de cada invierno revelan, cada año, la existencia de un contingente de héroes anónimos capaz de regalar solidaridad a cambio de nada. Se trata de los voluntarios que colaboran con las organizaciones sociales y que reparten su tiempo libre, y no tan libre, en ayudar a los más necesitados.

Son personas con nombres y apellidos que prefieren pasar inadvertidas y cumplir con una labor social que, desde luego, no tiene precio. Sin embargo, su esfuerzo silencioso, invisible, resulta insuficiente para evitar que decenas de personas duerman en las calles. El doloroso escenario tampoco es exclusivo del invierno. Este verano, sin ir más atrás, la capital gaditana ha registrado un alarmante incremento del número de indigentes que han llegado a crear auténticos campamentos estables en varias zonas de la ciudad.

Entre ellas, algunos emplazamientos turísticos muy transitados o visitados. Al emplazamiento del Balneario de La Palma, en La Caleta, se han sumado otros en la plaza de España, en Canalejas o Capuchinos. Ninguno es nuevo. Todos van a peor , cada vez con más ocupantes. El Ayuntamiento de Cádiz asegura que trabaja en este fenómeno que tiene como mayores y primeras víctimas a los que carecen de hogar y refugio. Asegura que trabaja en el conflicto, que lo lamenta, que hace lo que puede, que prepara dispositivos e instalaciones pero insiste en que el problema «es complejo». Al parecer lo ha descubierto ahora. Años antes, cuando las medidas eran similares y los hechos, parecidos, hablaba de abandono y crueldad. Es más fácil criticar que trabajar.

Mientras el Ayuntamiento busca soluciones que antes exigía y ahora no atina a encontrar, los que solventan esos dramas personales o familiares, uno a uno, son Cruz Roja, Calor en la Noche o Despertares , u otros colectivos que cuentan con grupos de voluntarios y profesionales para llevar a cualquier hora del día esa ayuda tan necesaria como solicitada. Sus voluntarios peinan la capital de punta a punta para llevar ayuda y algo de compañía a quienes duermen al raso. No es fácil volver a casa con la imagen del drama en la retina y con la desesperación en la conciencia. Son los auténticos héroes.

El problema es que los que precisan auxilio son cada vez más y los que se decían sus máximos defensores no dan con alivios efectivos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación