La Voz - EL APUNTE
La incertidumbre política sale cara
La falta de un gobierno en Madrid ya tiene sus efectos en asuntos de importancia para la provincia de Cádiz
Cualquier administración pública bien puede funcionar indefinidamente por la propia inercia mientras tenga un presupuesto con el que seguir tirando. El problema son los ciudadanos que exigen que se atiendan sus necesidades sin encontrar a un interlocutor al que pedirle cuentas. La provisionalidad del gobierno va camino de los cuatro meses sin que ningún partido se vea aún con posibilidades reales de construir un ejecutivo. Y mientras, van pasando los días durante los que hay que decidir qué hacemos con nuestro sector naval, atender las necesidades de los pescadores o convocar las plazas de empleo público comprometidas.
Cada responsable de cada departamento se ve atado de pies y manos. Ante la incertidumbre de no permanecer en el sillón, ninguno quiere o se atreve a cambiar una coma de lo acordado antes de las elecciones. Es por eso que surgen situaciones tan lamentables como que el Ministerio de Agricultura y Pesca no dé siquiera una fecha de reunión a la almadraba de Barbate para flexibilizar una norma que los ahoga y que va a impedir que se puedan crear nuevos puestos de trabajo en la zona más castigada por el paro de Europa. Tampoco nadie se pronuncia sobre los futuros encargos de los astilleros públicos, que esta semana se han encontrado con el debate de una proposición no de ley en el Congreso para vetar un contrato que tienen pendiente con Arabia Saudí. Ni hay oídos para atender a las reclamaciones de la patronal gaditana que pide que los créditos del Plan Reindus sean más accesibles.
Ni siquiera la gran esperanza de Cádiz, la Iniciativa Territorial Integrada (ITI), encuentra avance con un Ejecutivo en funciones. Cinco meses han pasado ya desde que se presentara formalmente y apenas se ha logrado crear una comisión de seguimiento sin más inicio de trámite para sacar adelante proyectos que contribuyan a ese necesario desarrollo.
Todo queda a expensas de lo que recoge el decreto o el documento oficial, a lo que se quedó firmado o cerrado antes del 20 de diciembre. Y con esta tesitura, avanzamos hacia otra posible convocatoria de elecciones, otra eterna campaña durante la que nadie tendrá capacidad de tomar una sola decisión.
Ver comentarios