OPINIÓN

Periodismo valiente

Periodistas como David Beriain y Roberto Fraile honran esta profesión y el mejor homenaje que podemos rendirles es ejercer nuestro trabajo de forma honrada y valiente, aunque sea otra forma de valentía

David Beriain. ABC

No conocía personalmente a los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile. Sinceramente no los conocía ni de lejos. No diré que teníamos amigos comunes o que una vez coincidimos no sé dónde. En 24 años de profesión he conocido a muchos periodistas, pero con ... ellos no tuve esa suerte. Sin embargo, la noticia de su muerte impacta. Por supuesto que impacta. El 99% de los jóvenes que deciden estudiar periodismo llevan un Beriain y un Fraile dentro. Pero les (nos) abandonan antes incluso de acabar la carrera. Muy pocos, poquísimos, son los que toman el rumbo que tomaron ellos. El de dejar todo atrás, coger una mochila e irse a dar vueltas por el mundo para contarnos lo que sucede. Antes, en piezas de apenas 30 segundos de Telediario o artículos perdidos en la sección de Internacional, que no dejaban prácticamente poso alguno en nosotros. Últimamente con documentales mucho más elaborados y de una calidad excelsa. Digo que no conocía a estos dos reporteros, pero sí parte de su obra, aunque sin saber que era suya. Como usted, nunca me quedo a ver los créditos finales de los reportajes o los documentales. Mea culpa. Justo en estos días estoy viendo ‘Palomares. Días de playa y plutonio’ y es un trabajo espectacular. Y tengo en mi larga lista de ‘Favoritos’ pendientes de ver ‘Al Andalus. El Legado’, en Canal Historia. Durante años, David Beriain nos trajo a casa conflictos como el de Afganistán, nos acompañó desde Irak o Colombia, empotrado con las FARC mientras cenábamos. Por todo ello no podemos darle más que las gracias, rendirle a su memoria y a la de Roberto Fraile nuestro más sincero homenaje y mostrar a sus familias nuestro profundo respeto y admiración. Porque aunque nuestro espíritu aventurero cayó pronto abatido en su duelo con la zona de confort y los convencionalismos, en el fondo todos los periodistas ‘al uso’ tenemos esa espinita clavada. La de haber sucumbido a las primeras de cambio a la comodida del ordenador de mesa, el teléfono fijo y la rueda de prensa. Periodistas como ellos honran esta profesión, tan denostada por tantos.

Sin embargo, no renegaré de ese otro periodismo. El local, el de andar por casa. Es necesario que alguien nos cuente qué ocurre en los confines del mundo. Pero también lo es que los periodistas categoricen, redacten, analicen... las noticias de su ciudad, de su comunidad. Son formas muy distintas de vivir este trabajo, pero ambas necesarias. Ellos lo dignificaron desde el riesgo, desde la entrega total y sin ambages. Sacrificando incluso su propia vida. Nosotros sólo podemos hacerlo con las otras herramientas que ellos también manejaban: la honradez, la integridad profesional, la independencia. Tratando de contarles a ustedes la realidad del día a día de forma honesta. También de forma valiente, aunque otro tipo de valentía. Esa será sin duda la mejor forma de rendirles homenaje.

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