Noelia prospera
Como su idolatrado Pablo Iglesias, la diputada de Podemos por Cádiz Noelia Vera está destacando tanto en política, que en apenas unos años de carrera ya ha podido adquirir un chalé de casi tres mil metros cuadrados, piscina y pista de tenis
![La diputada gaditana, durante un acto de su partido en Madrid.](https://s1.abcstatics.com/media/opinion/2021/06/06/v/noelia-kiq--1248x698@abc.jpg)
Albricias. Grandes noticias. Nuestra insigne diputada gaditana de Podemos, Noelia Vera, ha prosperado tanto, tanto, tantísimo, en la política, que se ha comprado un chalé con casi tres mil metros de parcela, piscina y pista de tenis . Concretamente en Fresnedillas de la Oliva, Sierra ... Oeste de Madrid. A menos de una hora de la capital. Para que nos entendamos, si viviera aquí, se lo habría agenciado en Arcos de la Frontera, más o menos. Precioso sitio. Excelente propiedad. La vida le devuelve en forma de hacienda elitista lo que ella, por lo visto, se ha ganado en su corta trayectoria política en favor de los más necesitados, de la gente, la ‘genta’ y el ‘gento’, mítico jugador del Real Madrid.
Antes de que salte el tonto del pueblo –no necesariamente de Fresnedillas de la Oliva, sino de cualquier pueblo de España– aclararemos que sí, que por supuesto que tiene derecho a prosperar, a jugar partidos de tenis a tres sets y luego darse un baño relajante en su piscina, mientras el churumbel corretea por los amplios jardines de su propiedad. Pero aquí, tonto del pueblo que habitas en Twitter, no se cuestiona ese derecho a mejorar en la vida, sino el cómo lo logras. Qué has hecho para alcanzar tus metas. Y Noelia Vera, como todos y cada uno de sus compañeros o camaradas de partido, han prosperado en la política –y en la vida– mintiendo. Renegando, precisamente, de las personas que viven en casas como la suya. Criticándolas única y exclusivamente por eso, por vivir en un chalé. Prometiendo a quien no se lo puede costear que ellos nunca lo harían, que nunca se separarían de la ‘gente’. Que nunca se convertirían en casta.
Y Noelia Vera ‘triunfó’ en política cuando se presentó como diputada por una provincia, la de Cádiz, la suya, que apenas ha pisado en estos últimos años. Al menos no por cuestiones que tengan que ver con su responsabilidad. Mucho ecofeminismo, mucho discursito sobre la extrema derecha, muchas lecciones sobre ecología, diversidad sexual o perspectiva de género. Pero no la hemos oído jamás una propuesta para aliviar las listas del paro en las que figuran más de 175.000 de sus vecinos, vecinas y ‘vecines’. Para reducir siquiera un punto la tasa de paro del 27% que nos aplasta cada trimestre, para proponer un plan que ayude a los más de 86.000 desempleados gaditanos mayores de 45 años a volver a ilusionarse por un futuro laboral. A poner medios para acabar con la economía sumergida que nos lastra, con el drama del narcotráfico, con la inmigración que inunda nuestras costas.
Nada de eso. A Noelia, para triunfar, le ha bastado con arrimarse a los jefes, a Pablo e Irene, a Ione Belarra, a Echenique… a los que la mantienen ahí, a los que han hecho que gane un sueldo de más de cien mil euros –el más alto del ministerio de Igualdad–. Ahí sí destaca. Pero desde luego no por haber mejorado un ápice la vida de ni un sólo gaditano. Excepto la suya propia, obviamente.