Tú eres el 'mejón'
Como bien dice Martínez Ares, en Cádiz tragamos con todo lo que hace este ayuntamiento; si llega a ser Teófila Martínez la que se 'carga' el carnaval en febrero, con lo mismos argumentos que da Kichi, hoy tenemos una manifestación en la calle
Dele usted gracias a que en Cádiz no gobierna la derecha. De hacerlo, se nos habría estropeado este esplendoroso último domingo del verano con una masiva manifestación desde Ingeniero La Cierva a San Juan de Dios. Miles de personas estarían en este preciso instante cortando ... el tráfico y clamando contra el fascismo que quiere acabar con el Carnaval de Cádiz, con la fiesta del pueblo. Si llega a ser Teófila Martínez quien traslada el Concurso del Falla y el cachondeo de la calle al mes de junio, no le quepa a usted la menor duda que a esta hora tenemos a todos y cada uno de los que han agachado la cabeza ante el dúo Kichi–Cazalilla echando espuma por la boca. A algún cuartetero le da un pasmo. Lo ha dicho alto y claro alguien que no es precisamente sospechoso de reírle las gracias a la derecha. Lo ha dicho Antonio Martínez Ares. «En Cádiz somos sumisos, tragamos con todo». Y tiene toda la razón del mundo. Imagínense ustedes a Vicente Sánchez, concejal de Fiestas en los años de gobierno municipal del PP, esgrimiendo exactamente los mismos argumentos que la anticapitalista Cazalilla. Sin cambiar una coma. Ya sabe. «Había que elegir entre tradición y salud y elegimos salud», «el año pasado hubo una ola de contagios tras la Navidad». O que si a ver qué pasa con los locales de ensayo o no sé qué del carnaval infantil. Lo corren a gorrazos, al pobre Vicente, como tantas veces le corrieron –en forma de letras burlescas– por mucho menos. Esos argumentos a los que el Ayuntamiento de Cádiz se ha aferrado para erigirse en el único de España que va a contracorriente, son sencillamente, pueriles. No tienen la más mínima base científica. Simples suposiciones de barra de bar. Han imaginado que como en enero hubo un repunte tras la Navidad, el año que viene lo habrá también. Y para colmo del absurdo, fijan la fecha en pleno mes de junio, que es cuando este año se produjo la quinta ola, con lo cual según su propio argumentario, también estaremos en riesgo en 2022 por esas fechas. Sin olvidar que obvian el ‘pequeño detalle’ de que afortunadamente estamos todos vacunados ya con nuestras dos dosis correspondientes y el índice de contagio y mortalidad es infinitamente más bajo. Un cúmulo de despropósitos, impropios de personas que gobiernan una capital de provincia tan importante como Cádiz.
Lo lógico y coherente hubiese sido dejar el Carnaval en febrero y preparar un segundo escenario alternativo en caso de que –con datos reales en la mano– de verdad las condiciones sanitarias impidieran su celebración. Pero claro, eso significa trabajar más. Y lo que es peor, enfrentarse a los autores de Carnaval –a la mayoría al menos– que sólo piensan en cómo les afecta a ellos y no en la esencia real de esta fiesta, que es la calle. Es lo que tiene el populismo, que no responde a la lógica. Cuando toda España empieza ya a volver a la normalidad, en Cádiz seguimos yendo a contramano. Y lo mejor de todo es que al final tendremos dos carnavales, uno en febrero y otro en junio. Con lo cual, según las predicciones de Cazalilla y su bola de cristal, el peligro será doble. Pero es lo que tiene Cádiz, que traga con todo lo que dicen y hacen sus actuales gobernantes. Por absurdo que sea. Por lo visto, este alcalde es el ‘mejón’. No hay nadie ‘mejón’ que él, por lo que nos queda Kichi para rato. Así que, ya que no hay una marabunta de gente protestando en la calle que me impida cruzar la Avenida, me voy a la playa a aprovechar este último dominguito del verano. Que ahora esta gente también quiere prohibir las piscinas y cualquier día, con la excusa de que hay medusas o una invasión de algas, emiten un bando y nos dicen que quien quiera bañarse en la playa, que se vaya a Camposoto.