Aquellos veranos de los 90

Durante unos cuantos años, la 'Velada de los Angueles', con su errata gorda incluida en el luminoso de entrada, fue el epicentro del ocio nocturno veraniego en Cádiz

Cartel de la antigua Velada de los Ángeles de finales del XIX, rescatada por 'Los Dedócratas' en los años 80-90.
Ignacio Moreno Bustamante

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Velada de Los Angueles’. Así rezaba el luminoso que daba entrada a la ‘feria de Cádiz’. Con su errata gorda. Cadi. Los malajes, que aquí también los hay a montones, decían que era una especie de intento de feria ‘chunga’. Y lo cierto es que ... lo era, pero al mismo tiempo maravillosa. Durante aquellos años de principios de los 90, ‘La Velada’ fue el epicentro del verano gaditano, muy por encima del Trofeo Carranza, que ya estaba entonces en franca decadencia. La peña Los Dedócratas había recuperado una tradición de finales del siglo XIX, y durante unos cuantos años de finales del XX consiguieron reunir a gaditanos y veraneantes en un puñado de casetas en paz y armonía. Sin divisiones, sin insultos, sin prejuicios, sin complejos ni acomplejados, sin patéticas revanchas… con respeto. Cádiz era mejor entonces que ahora. Con sus muchos defectos, que los tenía. La memoria del abuelo cebolleta suele ser selectiva y eliminar la parte mala de sus historietas. Pero no podemos obviar que Cádiz era, igual que ahora, líder en paro y urbanísticamente una ciudad mucho peor. Dividida en dos por la vía del tren, sin segundo puente, con barrios sin rehabilitar… Había mucho por mejorar, pero en lo social sabíamos convivir con mucha más alegría, más naturalidad, saludándonos al cruzarnos por la calle, dejando entrar a las señoras primero y cediendo el sitio en el autobús a los ancianos y a las embarazadas. La educación formaba parte del día a día. Hoy no tanto. Y por eso disfrutábamos más de fiestas cutres como La Velada. El contexto también ayudaba. España estaba de moda con la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona –igualitas que las de ahora- y lo más parecido a una pandemia era cuando tu hermano o tu novia te pegaban un ‘constipao’. En Cádiz éramos conocidos por ahogar nuestras penas con risas, algo que ahora parece que se nos ha olvidado. Por aquel entonces empezaba a despuntar el Selu con sus ‘Borrachos’, sus ‘Ricos’ o sus ‘Marujas’; y José Marchena y Nandi Migueles sacaban uno de los mejores coros de la historia, ‘Tutilimundi’. Cantar sus coplas con una copita en las noches veraniegas era tradición, como las del mítico cuarteto ‘Tres notas musicales’. En verano se cambiaba el centro de Cádiz por el Paseo Marítimo. De Manuel Rancés nos íbamos a Muñoz Arenillas. Pero todo, absolutamente todo, se concentraba en aquella maravillosa ‘Velada de los Angueles’, con su ‘u’ intercalada, donde gaditanos y visitantes nos dimos cita durante unos cuantos años. Aquello murió. Y como una premonición, poco a poco la noche veraniega gaditana fue decayendo también. Es difícil el equilibrio entre la diversión nocturna y el descanso vecinal. Una de las más complicadas gestiones para cualquier alcalde. Lo fue para Carlos Díaz y para Teófila Martínez. Bajo el mandato de esta última la diversión perdió definitivamente la batalla. Del actual equipo de Gobierno nada cabe esperar y si a ello le añade usted una pandemia, lo único que nos queda es rememorar, cuan abuelo cebolleta, aquellos veranos de los 90.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación