Ignacio Moreno Bustamante - OPINIÓN
Humor y terror
Es curiosa la reacción que ha provocado en todos nosotros el vídeo del hijo de la Tomasa amenazándonos con recuperar Al Andalus con sangre y terror
Es curiosa la reacción que ha provocado en todos nosotros el vídeo del hijo de la Tomasa amenazándonos con recuperar Al Andalus con sangre y terror. Miedo y humor, casi en idénticas proporciones. Miedo porque sabemos que la amenaza puede ir muy en serio. Y humor porque no nos queda otra. Y se dan las circunstancias para ello. Su aspecto, el nombre de su madre, su procedencia... carne de chiste, de meme en las redes sociales.
Seguro que el día que este radicalizado hijo de la Tomasa salga en otro vídeo reivindicando un atentado grave en Córdoba o cualquier otro punto de nuestro país —a ver cuándo se enteran algunos que Al Andalus no era sólo Andalucía, sino la práctica totalidad de España, Portugal y parte del sur de Francia—, ese día a ver quién es el que hace una gracieta en twitter. A ver cuántos se atreven a burlarse de sus barbas o de su acento. Ojalá no llegue nunca ese momento, pero si es así, será entonces cuando habrá que cambiar el tono. Mientras tanto bien está el tomarse las cosas con humor.
Aquí en Cádiz somos campeones del mundo en hacerlo. No ante asuntos de tanta gravedad, pero sí con nuestras miserias cotidianas. Con nuestro paro, nuestras paguitas, nuestras calles sucias y nuestras ratas campando a sus anchas.
No podemos vivir atenazados por el miedo. Aunque lo tengamos. Y mucho. Aunque sepamos que el yihadista Yassin Ahran Pérez, con sus barbas frondosas y su cara entre niño e islamista radical, puede dar un paso al frente en cualquier momento. Todos nos hemos quedado con la gracieta de que su madre es de Córdoba y se llama Tomasa. Y hemos obviado que su padre es un fundamentalista que fue capaz de separar a su entonces novia de su familia, convertirla al Islam y crear otra familia de cinco hijos a los que desde muy pequeños fue convirtiendo en fanáticos. Un perfil aún más peligroso que el de los jóvenes que cometieron los asesinatos de Barcelona y Cambrills. Ahí ya no hay lugar para el humor.
Sabemos que no estamos a salvo. No lo estamos. Es evidente que Yassin Ahran es una persona muy infuenciable. Y no cabe duda de que tiene acceso a las redes sociales. Y que habrá visto todas las burlas. Dudo que se haya reído. Pero para todos los demás, casi es obligatorio recurrir al humor, aunque sea como forma de protegernos ante el pavor que nos provoca el que haya gente así en el mundo.
La risa puede ser el mejor mecanismo de defensa. No sé que dirán los especialistas en estos asuntos. Si es mejor no tentar al diablo. Pero de momento a muchos de nosotros nos ha servido para soltar una risa floja. Para consolarnos. No es humor negro. Es humor para combatir nuestros miedos. Un arma poderosa.