El Apunte - OPINIÓN
Héroes anónimos
La ola de frío ha destapado que Cádiz cuenta con una legión de voluntarios que regala solidaridad sin pedir nada a cambio
La emergencia y el drama social pueden sacar lo mejor de algunas personas. La ola de frío que azota estos días la provincia ha puesto de manifiesto la existencia de un contingente de héroes anónimos capaz de regalar solidaridad a cambio de nada. Se trata de los voluntarios que colaboran con las organizaciones sociales y que reparten su tiempo libre y no tan libre en ayudar a los más necesitados. Son personas con nombres y apellidos que prefieren pasar inadvertidas y cumplir con una labor social que, desde luego, no tiene precio.
Organizaciones como Cruz Roja, Calor en la Noche o Despertares cuentan con grupos de voluntarios para llevar a cualquier hora del día esa ayuda tan necesaria como solicitada. La bajada de las temperaturas ha obligado a estas organizaciones a redoblar sus esfuerzos para llevar mantas, sacos de dormir y comida a los ‘sin techo’ de Cádiz. La asociación Despertares repartió la noche del miércoles en cinco horas más de 30 raciones de comida y ropa de abrigo entre personas sin hogar.
Sus voluntarios peinaron la capital de punta a punta para llevar calor y algo de compañía a quienes duermen al raso. No es fácil volver a casa con la imagen del drama en la retina y con la desesperación en la conciencia. Son los auténticos héroes del frío . Muchos de ellos ponen de su bolsillo el dinero necesario para mitigar las necesidades de los que menos tienen. ¿Cómo se llega a esta situación? Algunos indigentes reconocen que no es tan difícil. La crisis, la soledad, la falta de apoyo familiar, una depresión o una enfermedad pueden ser el preámbulo de una vida que se tuerce hasta terminar mendigando en la calle.
El Ayuntamiento de Cádiz se ha sumado recientemente a la iniciativa que se aplica en ciudades como Huelva y Zaragoza, que consiste en empadronar a las personas sin hogar. El pasado noviembre se debatió esta propuesta y se puso en marcha a finales de diciembre.
En poco más de un mes una decena de personas sin hogar se han empadronado en la ciudad para percibir ayudas públicas y tener garantizada la asistencia sanitaria. El albergue municipal es su domicilio de referencia y han tenido que demostrar que llevan seis meses viviendo en Cádiz. No es un éxito de la sociedad pero, al menos, es un pequeño alivio para los más necesitados.