OPINIÓN

Gutiérrez y la constante sorpresa

No acertó a comprender cómo, en el mes de agosto, tuvieron que acudir a un festival de Carnaval.

Carnaval en verano 2019 Antonio Vázquez
Andrés G. Latorre

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Durante los meses de julio y agosto, a modo de divertimento, retomo la vieja costumbre en prensa de emplear la columna de opinión como solaz literario. Cualquier parecido de los hechos con la realidad es pura coincidencia.

Gutiérrez se sentía en la ciudad como un ... niño al que todo sorprende. Le impactó el repentino amor que sentía aquel rincón por Halloween. A finales de octubre, raro era el local que no había adornado con calaveras y calabazas el escaparate. También, que sus habitantes fueran los que primero mudaban de armario. Si un día a finales de verano hacía brisa, ya había quien decidía que el invierno se aproximaba y había que volver al atuendo otoñal. Si en marzo el sol estaba más trabajador, había quien no abandonaba ya las chanclas hasta noviembre. Y, por supuesto, quienes vivían todo el año en un agosto de pantalón pirata y camiseta sin mangas.

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