Las libreras de Cádiz: su viaje a Ítaca

Durante estos diez años ha sido un faro que mantenía encendidas las luces de la cultura en Cádiz y en esta zona en particular, tan necesitada de ella

Uno de los numerosos actos organizados por Las Libreras en los últimos años.

Gregorio Gómez Pina

El anuncio del cierre de Las Libreras ha sido una de las noticias más tristes de este comienzo de año tan complicado. La conocí a través de las redes sociales, en donde son muy activas, y en donde pude leer los cientos de comentarios de ... sorpresa y a su vez de apoyo, por parte de todos sus amigos y seguidores. Luego fue motivo incluso de noticia y entrevista en este periódico y en otros de ámbito local, en donde anunciaban oficialmente su cierre y explicaban, con desolación, las razones por las que habían llegado a esa decisión. Lo último que vi en las redes sociales fue algo que me emocionó: su escaparate amanecía lleno de mensajes de despedida de un grupo de niños y niñas del Club de los Pequeños Lectores que, junto con sus padres, sorprendieron a las dueñas con este bonito homenaje.

Las cinco hermanas, Lola, María José, Auxi, Pati y Susi Raposo Navarrete, se han visto obligadas a decir adiós a un proyecto empresarial que empezaron hace algo más de diez años cuando decidieron, reunidas alrededor de una cena navideña, acometer el romántico sueño de trabajar todas juntas. Fueron muy valientes al abrir una librería en un momento en que centenares de ellas cerraban; estamos hablando de la crisis de 2009. Crearon una librería muy integrada en el barrio de La Laguna, dando servicio a la amplia zona de Cádiz que está fuera de su casco antiguo. Era una librería diferente a la mayoría existente, en donde cuidaban a sus clientes, orientándoles siempre en la lectura, y en donde te avisaban siempre de sus últimas novedades.

Su parte baja, muy amplia, estaba dedicada a temáticas muy variadas: viajes, idiomas, libros infantiles y juveniles, gastronomía; tenían incluso productos ecológicos. Era la «zona mágica», en donde durante estos últimos diez años se realizaron muchas actividades asociadas a la cultura: conferencias, tertulias literarias, presentaciones de libros, recitales de poesía, conciertos y reuniones del club de lectura y pequeños lectores. Hasta tenían un club de tai-chi un día a la semana. En esa zona estaba siempre mi amiga Susi, con la que me gustaba charlar y contarle los proyectos de mis nuevos libros.

Durante estos diez años ha sido un faro que mantenía encendidas las luces de la cultura en Cádiz y en esta zona en particular, tan necesitada de ella. Su cierre va a dejar sin luz y desorientada a mucha gente que, acostumbrada a Las Libreras, se adentraban en el fascinante mundo de la lectura. El barrio les va a echar de menos, y yo también.

Ahora que ese faro va a dejar de alumbrar ese Cádiz tan necesitado de luz, quiero transmitirles mi reconocimiento por todo lo que han realizado por la cultura gaditana durante estos diez años, en una lucha desigual contra el comercio on–line y la falta de ayudas directas al sector, rematado todo con esta maldita pandemia.

He estado pensando en qué libro o poesía podría verse reflejado el viaje realizado por Las Libreras durante estos últimos años, con sus aventuras, experiencias, luchas, temores, emociones y satisfacciones. Y me ha venido de forma inmediata uno de mis poemas preferidos, ‘Ítaca’, del escritor griego Constantino Kavafis. Es un bello y profundo poema en el que Kavafis hace una interpretación propia de la Odisea, concretamente del regreso de Ulises desde Troya a su tierra, Ítaca, una pequeña isla del mar Jónico. Un viaje que dura, como el de Las Libreras, también diez años, y en donde, al igual que ellas, tiene que luchar contra varios y fieros enemigos, que en su caso son los lestrigones, los cíclopes y el fiero Poseidón.

Lo mágico de estos versos es que el poeta griego le anima a Ulises a que no tenga prisa y a que disfrute del camino de vuelta, a que mantenga su pensamiento alto frente a sus enemigos y a que entienda que la experiencia adquirida en ese viaje es más importante que la meta, su llegada tan deseada a Ítaca. Sus versos finales dicen así:

Ítaca te ha dado un viaje hermoso.

Sin ella no te habrías puesto en marcha.

Pero no tiene ya más que ofrecerte.

Aunque la encuentres pobre, Ítaca de ti no se ha burlado.

Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia,

ya habrás comprendido el significado de las Ítacas

Os deseo que vuestras nuevas ‘Ítacas’ se cumplan. La tripulación es muy valiente y luchadora y, ahora, con más experiencia después de este viaje. Tenéis noble y buena madera para construir las cuadernas del barco, y hasta nuevas incorporaciones en la tripulación. Esperar un poco a que amaine el temporal y botar el nuevo buque que os llevará a otras islas del océano. Os estaremos esperando. Gracias por todo lo que nos disteis.

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