Gentrificación
En el centro de Cádiz cada vez viven menos gaditanos
Se trata de un fenómeno provocado por las nuevas estrategias del mercado inmobiliario y de los fondos financieros que lo alimentan, quienes para la obtención de beneficios ahora ocupan los centros urbanos desalojando de ellos a sus habitantes. Estudiosas como Ruth Glass y Gaia Redaelli ... definen la gentrificación como un proceso de expulsión de los vecinos y las vecinas de un área céntrica, los cuales son sustituidos por otros de mayor poder adquisitivo. La población local no podrá volver a estos lugares tras este proceso que afecta al corazón de las ciudades y sacrifica al lucro privado el patrimonio material e inmaterial de las mismas, mediante la pérdida de su identidad cultural. Con frecuencia, a la sustitución de un sector de la población por otro se suma también el cambio de uso, del residencial al turístico. La industria turística es cada vez más determinante en la producción inmobiliaria, transformando las ciudades según sus intereses. Nos enfrentamos a una grave crisis de nuestro modelo de ciudad pues mientras prevalezca el lucro no serán posibles ni el ideal social de la cuidad amable y sostenible ni la arquitectura para los hombres y las mujeres. Por eso resulta conveniente extender las fórmulas que garantizan el derecho a la vivienda a un derecho mas colectivo «el derecho a la ciudad», es decir, la participación del vecindario sobre el proceso de rehabilitación de los centros.
En España, después de la burbuja inmobiliaria que produjo una cultura de la propiedad y un elevado nivel de endeudamiento de las familias, con la secuela del drama de los desahucios, la actuación inmobiliaria se dirige a los centros de las ciudades. El enorme crecimiento de las viviendas de uso turístico ha introducido la especulación en zonas patrimoniales, disolviendo la relación entre ciudad y ciudadanía. En Cádiz , el arquitecto Fernando Visedo y la consultora Ibermad, han redactado un estudio pormenorizado acerca de las viviendas con fines turísticos en el cual se localizan 1.224 unidades a las que habría que sumar las no declaradas que se estiman en 863, datos que perceptiblemente avanzan en un proceso de turistificación que amenaza destruir nuestro valioso centro amurallado. El revelador documento propone una serie de medidas de competencia municipal que habría que adoptar, mediante un Plan Especial o unas Ordenanzas, de lo contrario la patología se agravará.
En el centro de Cádiz cada vez viven menos gaditanos, pues los precios del alquiler para viviendas familiares se han disparado hasta el punto de alcanzar valores semejantes a los del centro de Londres. Junto al problema de las viviendas para alquiler turístico y la construcción de edificios de apartamentos para el turismo, se prevé la ejecución de varios hoteles sin que exista un plan hotelero. Por otra parte, no se avanza en la peatonalización de esta zona de la ciudad que presenta las dimensiones óptimas para recorrer paseando, lo cual la haría mas amable y sostenible. Lejos de eso, el segundo puente cada vez introduce más vehículos en una trama que dificultosamente acoge el tráfico rodado. Parece que no se entiende que la prioridad debe ser la ciudad y la relaciones entre sus habitantes, por encima del afán de lucro privado que puede ser legitimo en nuestro modelo de sociedad, pero en cualquier caso debe supeditarse a los intereses de las personas, conforme exige nuestra Constitución. La ciudad histórica de Cádiz se enfrenta a una serie de problemas que si no se resuelven adecuadamente la pueden llevara a su destrucción.