OPINIÓN

Un gaditano

¿Para cuando una calle o una plaza dedicada a José Pedro Pérez-Llorca?

Felicidad Rodríguez

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Hace unos años José Pedro Pérez-Llorca nos regalaba una erudita, y a la par, deliciosa conferencia en la Academia Hispanoamericana, su Academia. La titulaba ‘Viajeros por Cádiz’ y aprovechaba así, con su gracejo irónico, a la vez gaditano y cosmopolita, para guiarnos en un ... paseo por la historia de nuestra ciudad. De la mano de viajeros míticos, viajeros no reconocidos, viajeros literarios y viajeros reales nos abría los ojos al devenir de Cádiz. Desde Hércules hasta Jacinto Verdaguer, que hasta nos dedicó poemas en catalán, pasando por Aníbal, Julio César, Lope de Vega, Goya, Espronceda, Theophile Gautier, Alejandro Dumas, Edmundo de Amicis, lord Byron y tantos otros. Nos hablaba también de los que no merecen ser reconocidos como viajeros por Cádiz, aunque nos visitaran; de los que no tuvieron la cortesía de ser viajeros por Cádiz; de los viajeros frustrados, como Lord Cecil, Rooke o Napoleón o de aquellos que lo fueron contra su voluntad, caso de Fernando VII forzado a hacer volar cometas en la azotea de la Diputación. Don José Pedro, él mismo, había realizado un «viaje por su habitación», esa que mira a la Alameda, para concluir que «nuestra querida Cádiz, Ave Fénix donde las haya, ha visto de todo». En ese texto, en el que incluso reivindicaba la gaditanía de la ninfa Calypso o el peregrinaje gaditano del rey Melchor, rezumaba su amor por Cádiz, miraba esperanzado el porvenir y alentaba a los futuros viajeros por Cádiz, esos que en sus palabras “unos querrán saber o  sabrán por qué les encanta y se lo podrán explicar, para otros será el misterio y el embrujo y a otros  les pasará como a Dumas, nos gusta Cádiz sin, que sepamos lo que nos gusta de Cádiz”. José Pedro Pérez-Llorca, entre sus muchas responsabilidades oficiales, fue Ministro de Asuntos Exteriores, uno de los artífices que permitieron el ingreso de España en la Unión Europea, y al mismo tiempo ejerció de Embajador de Cádiz. Ni Rubens, ni Brueghel el Viejo ni Mengs fueron viajeros en Cádiz, pero don José Pedro se encargó de enmendar la cosa y nos los trajo desde el Prado; tras el verano, y de su mano, otros muchos vendrán a visitar Cádiz, aunque él no podrá estar ya para presentárnoslos personalmente porque hace un par de meses dejó de viajar por su habitación de la Alameda, frente al monumento al marqués de Comillas, otro viajero en Cádiz. En esa conferencia, en la que nos contaba la historia de Cádiz, a través de viajeros ilustres, y no tan ilustres, no podían faltar los libertadores americanos, Bolívar, San Martín, O´Higgins, Rivadavia….ni, por supuesto, los diputados doceañistas, los artífices de la primera, y breve, Constitución española, los representantes de los españoles de ambos hemisferios. De algunos de ellos nos queda el recuerdo a través de plazas y calles, caso de Lázaro Dou o de Agustín de Argüelles, ambos viajeros por Cádiz. De los representantes de Cádiz o de su provincia, apenas quedan noticias. Pero es que no eran viajeros en Cádiz, tan solo gaditanos. En una ciudad como la nuestra que presume de ser la primera constitucional de España ¿para cuando una calle o una plaza dedicada a José Pedro Pérez-Llorca, Padre de nuestra Constitución?, a pesar de que él no fuera viajero en Cádiz, sino tan solo gaditano.

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