Ministros de decepciones

Añoro los tiempos en los que no pasaba nada

Francisco Apaolaza

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Añoro los tiempos en los que no pasaba nada. Nada significaba nada y las canciones no hablaban del ahora. Ahora, todos los vértices de la realidad perfilan un significado y los objetos vienen preñados de metáforas, muchas de ellas moralizantes, que son las peores de ... todas. No necesitamos moralina; necesitamos vivir de nuevo, aleatoria y despreocupadamente. En la Sesión de Control al Gobierno, por ejemplo, sus señorías arreboladas por una emoción adolescente se esfuerzan mucho en conseguir un tono crucial, acaso definitivo y, encendidas por la dignidad, cuando terminan sus intervenciones, le pegan al micrófono como Nadal a la bola. Ese micrófono, el pobre, es España.

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