Lo que la censura se llevó
Mucha de la gente que luchó contra la censura se erige ahora en la peor censora de todas por cruel y asimétrica
La HBO ha retirado de su catálogo ‘Lo que el viento se llevó’ por considerarla una película racista que muestra una visión complaciente hacia la esclavitud, y así la HBO muestra una visión complaciente con la censura. Lo de la visión complaciente es la llave ... maestra de los aquelarres. Los códigos de otros momentos nunca nos cuadran en este y no se entiende el ser humano si no se comprende el tiempo. Estoy pensando en La Juani de ‘Médico de Familia’ y en todas las series que ahora retirarán de las filmotecas por mostrar una visión complaciente con que la andaluza siempre fuera la mucama de la casa.
La masa linchante, antorchera y cruzada se ha erigido en mayoría, pero la mayor parte de la población no está interesada en estos ajustes de cuentas con cualquier cosa. Por ejemplo, ayer le cortaron la cabeza a Cristóbal Colón en Boston. La mayor parte de la sociedad no tiene ningún problema con la estatua de Cristóbal Colón, aunque son los argumentos de la mayoría justamente los que se utilizan para definir lo intolerable. Así van por ahí retirando cuadros y poniendo rombos a las películas con el aval de que la mayoría no lo soporta.
La BBC también ha retirado la polémica serie ‘Little Britain’ –una pena, me encantaba- por considerar que es ofensiva ahora que «los tiempos han cambiado» y eso es justamente lo que nos estábamos temiendo. El dictado de las modas -suma de los tiempos y la mayoría- resulta mucho más dañino que los censores de las dictaduras, pues a los tiranos se les puede derrocar, pero a una masa bienintencionada, no.
El autoritarismo es un tema clave en el asunto. Mucha de la gente que luchó contra la censura se erige ahora en la peor censora de todas por cruel y asimétrica. Se grita ‘No al racismo’ de la señorita O’hara, pero no a otros como el que le escurre al independentismo catalán cuando habla de los españoles como «bestias con forma humana» (Quim Torra, diciembre de 2012). La izquierda beatona sí que se siente muy cómoda en este papel de cortar los besos de las películas. Los Pablos utilizan con frecuencia en sus discursos esta cosa de la decencia, un término que supone el motor de su nueva moral religiosa.
Dicen que el homo economicus está en las últimas. Los chicos no quieren tener un coche y el iPhone del que antes presumían forma parte de su medio ambiente, como el wifi y el oxígeno del aire. Dado que el ciudadano no va a dedicar su tiempo a conseguir recursos, a lo peor lo va a dedicar a otras tareas -ya se imaginan cuáles- y así esté ya naciendo una clerecía puritana y coñazo de tipos con voto de pobreza y teléfono de mil pavos dedicados a meterse en tu biblioteca, en tu filmoteca, en tu plaza de toros y hasta en tu cama.
Antes veías venir a un conciudadano y te planteabas cuáles eran las posibilidades de que te mangara la cartera. Ahora no sabes si se va a meter contigo por descendiente de los conquistadores españoles, por aficionado a los toros, por leer a Neruda, o por que te guste ‘Master&Commander’, una película en la que, como advierte Xavi Conde, no se hace referencia a la problemática trans. Vienen constantemente a buscarte el pecado. Era menos molesto cuando sólo te querían robar.