LA VOZ - El apunte
La fractura y sus resultados
El PSOE está roto en cualquier lugar de España pero en la ciudad de Cádiz se une un pequeño matiz diferenciador
La fractura que amenaza con desangrar al PSOE en toda España desde el pasado 1 de octubre puede suponer un importante cambio en el seno de la agrupación socialista de la capital gaditana y, por extensión, de toda la provincia. Un asombrosamente alto número de militantes, que parecía desencantado, mostró ayer una ilusionada reactivación con la visita de Pedro Sánchez. Hubo banderas, cánticos y abrazos, pero sobre todo se produjo una llamativa presencia institucional, con alcaldes, concejales, antiguos dirigentes o familiares de destacadas figuras recientes del socialismo gaditano, español e incluso europeo. Resultó llamativa la actitud hacia la presidenta de la Junta y secretaria regional del partido, Susana Díaz. Las pocas veces que se pronunció su nombre, se produjo una mezcla de murmullo y abucheo, también aplausos. Resulta sintomático del momento que vive la formación. Esa reacción, la exhibición en Cádiz se produjo justo el mismo día que la dirigente trianera confirmaba que será la tercera candidata, por ahora, a la Secretaría General del partido a escala estatal.
La situación vivida ayer en Cádiz –con ser dura, casi trágica para el PSOE– no tiene diferencias respecto a la de otras localidades. Apenas hay matices entre esta quiebra entre militantes de Cádiz y la que se reproduce en cada municipio, en cada comunidad autónoma. Sólo resalta uno: en la siempre conflictiva capital gaditana los socialistas tienen otras cuentes pendientes, otras características, que se saldan ahora en paralelo.
El grupo de exdirigentes que apoya a Pedro Sánchez tiene también en el punto de mira político al líder local y portavoz municipal, Fran González. Quieren aprovechar este movimiento para apartarle también. Hablan abiertamente de candidaturas alternativas y mantienen contactos con Podemos porque una de sus prioridades es aliarse con el actual gobierno municipal.
El apoyo de la vieja guardia socialista en la provincia a la secretaria regional del partido, Susana Díaz, parece amenazado desde ayer. La responsable andaluza es declarada oponente de Podemos y mientras tenga poder interno difícilmente facilitará cualquier acercamiento. El problema es conocer qué capacidad y qué cargo tendrá Díaz dentro de unos meses cuando se resuelvan las primarias y, luego, las asambleas provincial y local.
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