La Voz - EL APUNTE
Es la fiesta de la palabra
El Ayuntamiento abandera una campaña que tiene detrás a todos los gaditanos: el Carnaval no puede ser excusa para un botellón y una noche de excesos
El Carnaval de Cádiz es una de las fiestas más populares de Andalucía. Más allá de su particular y extenso prolegómeno de coplas en el Teatro Falla, la semana de celebración es uno de los eventos más atractivos de la región. Está a la altura, en cuanto a capacidad para atraer visitantes, de las ferias de las principales capitales andaluzas, de las fechas más señaladas en cada provincia. Al igual que todos esos eventos, muchas personas, sobre todo las más jóvenes, asumen la convocatoria como una oportunidad para probar el exceso, para dejarse llevar por una cantidad de alcohol, sexo o drogas que difícilmente podrían tener en cualquier otro momento del año, en otro lugar. Es el sábado noche de esas grandes fiestas la ocasión que pintan calva. Hasta ahí, Cádiz no tiene una lacra peor que cualquier otra gran ciudad.Sin embargo, algunas peculiaridades del Carnaval hacen que esa querencia por la borrachera y el desenfreno resulte más molesta al resto de la población. Para empezar, el Carnaval se celebra por toda una ciudad (pequeña y con escasas vías de entrada y salida, además). En otras fiestas, el exceso tiene lugar en un recinto acotado, periférico, al menos, alejado. En este caso, los vecinos deben sufrir las salvajadas en las mismas calles que necesitan para sus rutinas en unas horas. Para colmo, el Carnaval es una fiesta que no se basa en el baile o la algarabía. Su clave es la palabra y conviene escucharla. De lo contrario, es una más, una vulgaridad. El ingenio, el sentimiento cantado, la crítica o el humor cantados son la esencia, el centro de todo, la diferencia, el prodigio. Por eso preocupan más esas ofertas que por menos de 20 euros brindan un viaje de ida y vuelta a Cádiz con alcohol por litros, preservativos y una hamburguesa para resistir. El Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña para luchar contra estas prácticas y cuenta con la inmensa mayoría de los gaditanos detrás.