Uno y dos, menos de quinientos y más de mil

Dos. La guerra encara el segundo mes. Dos meses dos, como en las corridas de toros. Mientras no dure 172 años como el conflicto bélico entre Huéscar (Granada) y Dinamarca, podemos estar tranquilo. Indagando el Ideal de Granada, he tenido conocimiento que el Ayuntamiento oscense declaró la guerra a Dinamarca el 11 de noviembre de 1809. En 1807 España y Francia eran aliados. 13.500 soldados españoles fueron movilizados para proteger las costas danesas de posibles desembarcos británicos. En 1808 Napoleón rompe la alianza con España ocupando Madrid en su camino hacia Portugal. El 2 de mayo, momento en el que se produjo el parto de Díaz Ayuso, bueno, es una exageración, sólo estaba en proyecto, Madrid, España, declaró el estado de guerra con Francia y por extensión con Dinamarca. Conocido el acuerdo de la Junta que gobernó España durante la invasión de Napoleón por los oscense, hizo que los de Huéscar solemnemente declararan la guerra a Dinamarca. Sólo que a la Excma. Corporación local se le olvidó declarar la paz con posterioridad. Formalmente fue firmada en 1981…Espero que no haya olvidos ahora. Zelenski tiene la cabeza en su sitio, no necesita alardear de masa testicular, porque se viste por los pies, como Dios manda. No se fía de nadie, yo tampoco lo haría. Observo con estupor los besitos que se dan cada vez que se ven el francés y el español, supongo que ante el estupor del ucraniano. Y eso que nueve años después de la firma de la paz, después de la victoria española sobre Napoleón, éste nos manda a los 100.000 hijos de San Luis, antecesores por consanguinidad de los hijos de Putin.

Menos de quinientos. Para Pitágoras los números eran símbolos jeroglíficos mediante los cuales explicaban las ideas relacionadas con la naturaleza de las cosas. El significado del número de asistentes a la manifestación sindical «más representativa» el otro día en Madrid, me ha hecho cavilar. Los «más representativos» ha sido una pantomima más del poder, desde la época de la UCD, porque necesitaban buscar un interlocutor e institucionalizarlo. Pero esos tiempos pasaron y las cosas son diferente. Menos 500 personas asistieron a la manifestación. Ni los liberados lo hicieron. Toca a 21.000 euros el coste en el que incurrió el Estado en la subvención sindical hecha días atrás por importe de 17 millones. Pitágoras también estudió Geometría que, permitía someter a los números a operaciones metafísicas de gran significado simbólico. Si viviera ahora, haría la crónica de los discursos exhibidos sin pudor, por los dos «sindicalerosparlantes» que ostentan la representación sindical de carácter institucional. Pues bien, estos dos que no saben leer, discernir y razonar, son los que ostentan la representación. La representación es una situación en la que una persona, realiza una actuación jurídica por cuenta y en nombre de otra, de tal forma que los efectos jurídicos de la operación realizada, recaen directamente en el representado, de igual manera que si éste hubiera actuado personalmente. Comprende toda clase de actos jurídicos… Que Dios nos coja confesados si tienen que representarnos en cuestiones atinentes a la competencia entre empresas…oligolopistas o ante la determinación de los precios en el mercado…meginalista…He recurrido a la metafísica y esta indica que lo más conveniente es no ser representado, ni mandatado por ninguno de los dos en ningún caso.

Más de mil. Cuando la sectaria Delegada del Gobierno de Madrid los cifra en 150.000 mil, es que por lo menos participaron 400.000 personas, convocados por los que aman, viven y trabajan el campo, la ganadería, la caza y demás actividades relacionadas con el sector primario de la actividad económica.

Número primo. Número natural mayor que 1 que tiene únicamente dos divisores positivos distintos: él mismo y el 1. El 7 representa las veces que he subido al Mulhacen. Lo hice el otro día por última vez para guarecerme de los piquetes informativos y encontrar la paz cerca del cielo de Granada. No la paz social, que es una quimera o la falta de voluntad del gobierno de turno, por permitir el ejercicio de la libertad del resto de los ciudadanos, sino la paz conmigo mismo.