Sin pruebas, pero sin dudas

A preguntas de una periodista contestó un ‘chulo barato’. Lo menos parecido a un ministro que asuma su cargo con dignidad y decoro

A preguntas de una periodista contestó un ‘chulo barato’. Lo menos parecido a un ministro que asuma su cargo con dignidad y decoro. Macarra es palabra sinónima. Un sinfín de ellas adquieren su significación. Lo más curioso es que entre ellas está la de rufián. ... Dios los cría y ellos se juntan. Resultó semejante espécimen ser el ministro de Fomento . Mentiroso contumaz y maleducado. Al menos, la ministra de Hacienda, ordinaria como ninguna, ‘la chiqui marichus’, tiene algo más de ingenio. Ni la semántica, ni la sintaxis son lo suyo, pero terminas riéndote. El otro, el rufián ministerial, acompañante nocturno de la segunda de ‘la narco dictadura bolivariana’, tiene que dar muchas explicaciones. Lo publicado es suficiente para que se convierta en contenido de una de las cuarenta maletas que desfilaron esa noche. Noche de autos, noche de certezas para cualquiera que siga el serial. Las pruebas, las evidencias.

Una noche a la luz de las estrellas. Una noche en Barajas. Una noche levitando sin poner pie en pared. Una noche loca quizás. Dígame ministro, ¿qué pasó? O se lo pregunto a su ‘partner’ de correrías nocturnas, en un lugar que ni Dios por lo visto sabe lo que es. Para dictar cátedra vino Marlaska . Antes Grande, ahora no sé de qué va. Y mandó también a paseo a los periodistas a estudiar Derecho Internacional. Esa enésima chulería de un gobierno contra las cuerdas y ‘sin vergüenza’ me predispuso a estudiar desde el día de autos. El sentido común me dice que aquella que se dirige a ZP como su ‘príncipe’, pisó, voló y hasta dejó efluvios corporales en territorio español. En correspondencia, ZP se ha referido a ella como la guapa, la culta y la lista. Pero Delcy es una de las once personas incluidas en la lista de la UE. La hacen responsables de violaciones de derechos humanos, de socavar la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela. La UE reaccionaba así después de las elecciones presidenciales fraudulentas de mayo de 2018.

Corrió el rumor de que la idea era venir como cabeza de la delegación venezolana a Fitur. Pero Delcy no puede pisar tierra española.’

Pienso que ‘Pequeño’ Marlaska debiera ponerse a estudiar de forma inmediata. Los tiempos de ‘Grande’, cuando el Faisán, son cosas del pasado. Después de estudiar y reflexionar sobre lo acontecido, le sugiero a éste un rápido reciclaje en Derecho Internacional. A su ínclito acompañante en el Consejo de ministros, el ‘comandante Ábalos’ que, viendo su currículo, entiendo que no sepa ni donde está en pie. De ahí el problema neurálgico de lo acontecido: sí pisó o no suelo español . Pues bien, el territorio de cualquier Estado comprende la superficie terrestre, incluyendo la plataforma continental sumergida en el océano, sus espacios marítimos de soberanía, en la que se incluyen las aguas interiores y el mar territorial. Y sobre todo lo dicho, el espacio aéreo situado en su vertical. Así es que el Falcón de Delcy se situó sobre la vertical del territorio sujeto a soberanía española y antes descrito, se entiende que pisó suelo español. Es el Reglamento 2017/2063 del Consejo, el que define el territorio de la UE, al referirse a las prohibiciones relacionadas con las sanciones por tráficos ilícitos militares e informáticos con Venezuela. Por lo tanto, el concepto que debe guiar la calificación sobre la vulneración del Reglamento, no es tanto el concepto de suelo, como el de territorio. Estando en territorio español, se está en territorio de la UE. Desde que entró en el espacio aéreo, deambulo por las pistas aeroportuarias y zonas de tránsito de Barajas, estaba en territorio español y por ende de la UE. Por lo que es obvio que en ningún aeropuerto o puerto hay ninguna ‘zona de nadie’. En consecuencia, cualquier delito cometido en lo que algunos han llamado zona internacional del aeropuerto, es como cualquier otra zona, a los efectos del sometimiento a la jurisdicción española. Esa zona internacional dentro de una instalación aeroportuaria o portuaria, son calificadas como espacios de tránsito, en el que efectivamente se ejerce el control de fronteras. Lo que no es óbice para su calificación como territorio sujeto a jurisdicción y soberanía española. La jurisprudencia del Tribunal de la UE y la del Tribunal Constitucional español han manifestado que el espacio aéreo y el espacio sobre el que se asienta un aeropuerto es España, son zonas de soberanía española.

A sabiendas, porque el viaje era conocido, se infringió el Derecho de la UE. España ‘ha choriceado’. El Juez metido a ministro lo sabía. El maestro ministro no sé si lo sabía, pero “listillo’ es un rato. Se ha incurrido conscientemente en la prohibición referida en el artículo 10 de la Decisión 2017/2074. En el espacio aéreo español ya sólo sobrevuelan el Falcon de ‘cum fraude’ y lo que es peor, revolotea la prevaricación con alas y a lo loco.

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