Sin libertad: Estado fallido

«Dicen que no dejarán nadie atrás, porque todos lo estamos ya»

Un gobierno socialista-comunista nos lleva al desastre. A lo que hay que añadir el apoyo separatista y los herederos de la ETA, autocalificados de nacionalistas. Lo que nos lleva a afinar un poco más que tipo de gobierno tenemos. Nacional-socialista-comunista. Lo mejor ... de cada casa, unidos por una sola causa: la destrucción de España. Con independencia de las concepciones ideológicas de sus integrantes, a los hechos me remito. La producción legislativa del tiempo que corre así lo corrobora. Las tres últimas, las propuestas de Ley de Educación, de Presupuestos Generales del Estado y la Memoria «democrática» así lo atestiguan. Alejarse de los postulados de los Estado liberales, es un hecho incuestionable. Aquellos que Locke definió como los tres derechos naturales: vida, libertad y propiedad privada. La deleznable forma de gestionar la crisis sanitaria ha sido, es y todo indica que seguirá siendo un atentado a la vida y a la integridad física de los ciudadanos. La libertad de todos está en entredicho, cuando la conducta del ejecutivo tiende a suprimir la separación de poderes, pretende imponer una «Comisión de la verdad», impide la libertad de enseñanza y la lucha desde las Instituciones contra «las informaciones falsas» …Y, por último, la falta de respeto a la propiedad privada: control de precios de los arrendamientos, desahucios, y un sinfín de ellas, que nos abocan a la ruina económica, priorizando en la toma de decisiones gubernamentales el dogmatismo y la ideologización. Lo que nos lleva irremediablemente a la ruina económica y moral como ciudadanos.

Hay que deshacer el camino iniciado dos años atrás de pesadillas y exabruptos. Permítanme hacer algo de memoria histórica. Por eso, hoy más que nunca hay que alejarse de los planteamientos políticos de Largo Caballero que, repudiaba la democracia liberal, tanto como los derechos humanos y el parlamentarismo, dada su defensa manifiesta a la revolución, las armas y la violencia, convencido de que «la democracia es incompatible con el socialismo», «si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución, tendremos que conquistarlo de otra manera» y «no creemos en la democracia como valor absoluto, tampoco creemos en la libertad». Estos son los antecedentes del PSOE de «cum fraude». Todo ello incompatible a todas luces con los principios democráticos y un régimen de libertades.

Una simple mirada al horizonte próximo, la defensa de la libertad en todos los ámbitos, es de importancia crucial para todos. La construcción por la nación del Estado es de importancia vital. Pretenden acabar con sus estructuras básicas, socavando para ello las propias Instituciones. Todo lo que hace este Gobierno, nos conduce a la ruina moral y económica. Sólo hay que ver con quien se reúne y acuerda manifiestos espurios el del «moño «en Sudamérica. Piensen en la situación económica y de libertades de todos esos países a los que se arrima el «comunista frapeado», incapaz de tomarse un «cuba libre con hielo en forma de lascas».

Dicen que no dejarán nadie atrás, porque todos lo estamos ya. La crisis económica en la que nos encontramos, tendrá efectos devastadores en el primer trimestre del año próximo. La clase media es ya una ilusión. Sin ésta, el Estado del bienestar es una entelequia. Lo que quedará en breve serán subsidios para muchos, cuanto más, menos cantidad. La pobreza adocena a la gente. La aliena al Estado. Un Estado despiadado y controlador es lo que nos queda. Están siguiendo los designios de Pablo Iglesias en el VI congreso del PSOE. Era 1902, «Memoria histórica» y el ínclito Secretario general decía que «queremos la muerte de la Iglesia, cooperadora de la explotación de la burguesía; para ello educamos a los hombres, y así le quitamos conciencias». Exactamente lo que se pretende con la Ley de educación. Y el locuaz socialista sentenció: «el partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales…esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército… Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones». Es lo que se pretende con la destrucción primero del Estado y luego la del individuo-ciudadano. El igualitarismo al que estamos abocado es el camino pretendido. Todos iguales desde abajo. Todos pobres. Todo racionado, hasta la libertad. La «Memoria histórica» me devuelve a la cruda realidad y sobre ella poder entender el relato de la política de hoy. La que se cuece entre nacionalistas, socialistas y comunistas, con una nefasta acción gubernativa-legislativa. Hoy más que nunca es de actualidad el pensamiento pretérito del PSOE con el sanguinario Largo Caballero: «el Partido socialista no es un partido reformista…cuando ha habido necesidad de romper con la legalidad, sin ningún reparo y sin escrúpulo. El temperamento, la ideología, y la educación de nuestro partido no son para ir al reformismo». Exactamente el mensaje que hoy se transmite desde la bancada azul y sus acólitos». Y con esta, impregnada de «Memoria histórica» todo se entiende: «mi partido está en la legalidad mientras ésta le permita adquirir lo que necesita…cuando ella no le permita alcanzar sus aspiraciones…debemos, comprometernos para derribar ese régimen». Se le escapó al Ministro de Justicia, «España se encuentra en medio de una «crisis constituyente» y esto lo digo yo, al borde del Estado fallido.

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