Putativísimo hijo de Putin
Putin, hijo de Putin por excelencia y consanguinidad, criticó a Lenin y sus acólitos los bolcheviques, por haber puesto una bomba de relojería bajo los cimientos del edificio llamado Rusia
La añorada Rusia por algunos cuando integraba la URSS, parece que vuelve a la actualidad. Atrás quedaron las ristras de descerebrados que se ponían al servicio de la 3ª Internacional (Komintern), siéndoles anuladas su capacidad de pensar, como primera medida. Su grado de alienación era ... de tal magnitud, que el sujeto no controla, algo así como un «yo» que se extraña. Ocurre que, esta «manta» de indeseables no conocían las tesis de Tomás de Aquino. Era considerada por este como la posesión del cuerpo del hombre por el demonio. Pues bien, eso es lo que añoran algunos en España. El problema surge cuando algunos de los que mandan y desgobiernan el Estado, echan en falta con todas sus fuerzas esa situación.
Rusia ha decidido darnos lecciones de democracia y respeto a los demás. Borrell osó criticar al Kremlin por la detención del opositor Navalny y condenado a prisión, pasando previamente por un intento de envenenamiento que casi se consuma por el servicio secreto ruso. En la misma rueda de prensa en la que el «Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad» recriminó a Rusia, Serguey Lavrrov, otro maldito hijo de Putin, a la sazón ministro de asuntos exteriores ruso, arremete contra España poniendo en duda su calidad democrática. Utilizando el mismo discurso que Maduro, Puigdemont, Junqueras y demás integrantes de esa banda de forajidos, apostilla y sentencia otro hijo de Putin, «que no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España, cuando los líderes políticos de los dos partidos que gobiernan Cataluña están uno en la cárcel y el otro en Bruselas».
Tal como lo plantea el del moño, el principio de legalidad baluarte del Estado democrático y de Derecho, sólo es un argumento ínsito en la «superestructuras» del Estado que hay que derribar para el advenimiento del comunismo, pasando por la dictadura del proletariado, como estado transitorio, a la sazón estructural, dada la imposibilidad metafísica de alcanzarlo.
Mientras dispongamos de separación de poderes, se garantizará el principio de legalidad y por ende España seguirá siendo por derecho propio una democracia plena. Ese y no otro es el motivo de socavar la independencia del CGPJ, pretensión no solo del coletas, sino también del «doctor fraude».
Las verdaderas anomalías parten de darles apariencias, falsas por supuesto, de todo lo que acontece en Cataluña con esa ristra de delincuentes que, han sido excarcelados para participar en la campaña electoral. Anomalía es insistir en el incumplimiento estructural de la Ley en Cataluña, subvirtiendo el orden constitucional, que impide un referéndum para decidir cuestiones que afectan a la soberanía nacional. El TC se ha pronunciado al respecto, manteniendo que la opción no cabe en la CE. Si lo quieren, el camino es el de la reforma constitucional. Lo que sería completamente constitucional y por ende legal. Curiosamente la URSS antes y ahora Rusia como heredera del imperio, reconocían el derecho de autodeterminación…Siempre que no desemboque en la independencia de sus autonomías nacionales y territoriales. Putin, hijo de Putin por excelencia y consanguinidad, criticó a Lenin y sus acólitos los bolcheviques, por haber puesto una bomba de relojería bajo los cimientos del edificio llamado Rusia, que explotó en 1991, después de la caída del muro de Berlín y la caída de la URSS. Sólo el ejemplo de Chechenia. Las violaciones generalizadas de derechos humanos cometidas por las fuerzas rusas, provocaron la condena internacional.
Anomalía democrática es mentir en el programa electoral para después pactar con Podemos. Anomalía es no dar cuentas en las Cortes del Estado de Alarma, de los 120.000 muertos, no tener en cuenta a los órganos consultivos del Estado… Defender a Putin, añorando su paternidad figurada, es envestirse por derecho propio en la condición de putativísimo hijo de Putin.