Langostinos de Sanlúcar D. O.
Aún tengo en mi memoria, la comida del sindicato en Navidad de 2009, en un exclusivo restaurante de la capital sevillana

Me preguntó un alumno si tenía twitter. Le dije que si tenía cara de tenerlo. Me contestó que no sabía. Le respondí que a mí lo que gustan son los langostinos y la manzanilla de Sanlúcar. También el amontillado de Jerez y el jamón del ... bueno. Le seguí diciendo que, sí eso es lo que me gusta, difícilmente puedo tener twitter y cosas raras de hoy en día. Veo que no sólo a mí me gustan los Pablo Romero, los que son de mayor talla. También muero por su consorte, la gamba de Huelva. Que nadie me tache de xenófobo, pero contra más blanca, mejor. Es la antítesis del jamón pata negra, contra más negra mejor. Así reparto juego. Ahora, tiempo de Semana Santa, los majares del mar se cotizan más para estar bien con Dios. Es tiempo de cuaresma. Prevalece lo blanco sobre lo negro. La gamba en detrimento del jamón. Por eso decía Tío Pepe a su sobrino, cuando la fundación de la Bodega los sábados a mediodía desde la sacristía bodeguera, voy a la Colegiata a misa, me voy a poner bien con Dios, que cuando vuelva me voy a poner como Dios. Son las cosas de Dios, en cuaresma y todo el año.
‘Snchz’ ha clausurado este miércoles en Córdoba la Asamblea Confederal de UGT. Ha acudido poco después de las 15.00 a la clausura. Cuando eran las 15.15 advirtió que no sólo hay que trabajar y que era hora de comer. En la ciudad del califa, un ajo blanco y un churrasco a la brasa son don excelentes manjares.
Pero tratándose de la UGT, creo que tienen intereses gastronómicos parecidos a los míos. Aún tengo en mi memoria, la comida del sindicato en Navidad de 2009, en un exclusivo restaurante de la capital sevillana. La mariscada, que ascendió a 2.047,90 euros (la mitad solo en langostinos), se endosó a una subvención de la Junta de Andalucía. El ‘homenaje culinario’ se cargó a una ayuda anual que le concedió la Consejería de Empleo, para sufragar costes de los representantes del sindicato en procesos de negociación colectiva.
Para justificar el gasto ante la Consejería, UGT hizo constar en la factura presentada por el restaurante, el siguiente concepto: «Comida acciones difusión VII acuerdo». El sindicato presentó la factura ante la administración autonómica como una actividad vinculada al VII Acuerdo de Concertación Social, firmado en un acto solemne el 24 de noviembre de 2009, por el entonces presidente andaluz, José Antonio Griñán, y los máximos dirigentes de la patronal y de UGT y CC.OO. Todo un ejemplo. Decía que, los sindicalistas y yo tenemos gustos similares, pero ejecutados financieramente de manera diametralmente opuestas. El maridaje perfecto de langostinos de Sanlúcar y manzanilla sanluqueña los pagos yo. Es una importante y sutil diferencia, ustedes me entienden. Pues bien, ‘Snchz’ reivindicó en su alocución, ante los potenciales comensales momentos después, el «papel» que, a su juicio, ha jugado el sindicato UGT por la concertación social en España. Leí entonces en la prensa andaluza que, el sindicato UGT pagó las pancartas de la huelga general de 2010, con dinero de formación de parados, imputándolo a un curso para formación de celador sanitario. Según la información de ese mismo diario, el sindicato llegó a acumular un bote de 124.000 euros tras inflar los recibos con ese proveedor. Rebujito y gambas para la Feria de Abril de Sevilla, rezaba la noticia de una de las cabeceras más importante de la prensa de Andalucía. Y siempre por medio la «concertación social».
El sistema monopolístico de relaciones industriales, diseñado por nuestra legislación y amparado por la doctrina del constitucional, queda configurado en torno a tres organizaciones: CEOE, UGT y CC OO. La Ley Orgánica de Libertad Sindical buscó de forma decidida el sistema monopolista, consolidando así la posición de los dos sindicatos mayoritarios, dejando a los minoritarios, incluidos la CNT y su dilatada historia, postergado al mayor de los ostracismos. Se observa desde 1980 una constante desmovilización que se fundamenta y acredita en el número de afiliados en torno a un 12%. Se achacan tres tipos de debilidades: ideológicas, organizativas y financieras.
Ésta última debido a las exiguas cuotas de los afiliados, lo que supone cada vez más una mayor dependencia de fuentes de financiación ajenas de carácter público, ya que las estructuras de esos sindicatos y patronales no se adecuan a sus posibilidades naturales de autofinanciación, sino que se exceden con mucho, viviendo por encima de sus posibilidades. En cuatro décadas se ha pasado de un 44% a un 12% de afiliación sindical. Con la «patronal» tres cuartos de lo mismo.
Parece que la democratización y la pluralidad en el ámbito de la representatividad de las relaciones industriales se resienten como gato panza arriba ¿por qué será? Lo puedo suponer, aunque seguro que no me equivoco. Hoy ha sido acusada una empleada de la UGT que ha desviado 2 millones de euros del Fogasa y su madre, ‘sociolista’ de la Asamblea de Madrid, ha sido apartada de todas las responsabilidades políticas.
Y Lastra, que es todo un lastre, sigue apelando a la corrupción de los que no comulgan con ruedas de molinos.