Hombres de negro
«El Consejo de ministro será recordado por la Memoria histórica como el Consejo de sepultureros»
Funcionarios de la Comisión europea, Consejo de ministros en pleno, hombres del frac, penitentes de la Buena Muerte, Armani y García Ferreras…Todos van de negro. La mayoría de los españoles son blancos, pero están más que quemados. El Rey Baltasar, un trozo de carbón ... y un español, no son ahora distinguibles. Siento por Armani haberlo emparejado con el 'gran bulón' español. El inventor contemporáneo del bulo y de su puesta en práctica con fines torticeros. Una comitiva de aquellos se reúnen todos los martes.
El Consejo de ministro será recordado por la Memoria histórica como el Consejo de sepultureros. Un compendio de inútiles y mentirosos, que no sólo no han sabido gestionar la crisis sanitaria, sino que el desastre económico al que estamos abocado será recordado también por la Memoria histórica. Sepultureros a secas, porque en nada se parecen a la Congregación de Hermanos Fossores de la Misericordia, Orden católica y masculina de carácter laica, dedicada al mantenimiento de cementerios y a la asistencia en entierros. Todavía el Ministerio de igualdad es capaz de iniciar un procedimiento sancionador por incumplimiento de la paridad. Pues bien, redacten en pleno estado de alarma nuevos estatutos y pongan fosores y 'fosoras', destrocen el lenguaje y posibiliten, que la pandilla de inútiles ministros masculinos, sean acompañados desde ahora por la otra pandilla de 'chicas Almodóvar', sucesoras por méritos propios de las chicas del Vogue. Postureo e inutilidad. En sus Memorias (y en nuestra 'Memoria histórica'), recordaremos para siempre pasajes del Libro de Tobías, en el que el piadoso Tobit enterraba a los muertos pese a las prohibiciones de su rey. Ya son 39.000 oficiales (datos del gobierno y de algunas, no todas, las CC. AA). Un grupo de Ingenieros utilizando métodos de big data, lo han estimado en más de 42.000.
A cum fraude le han enseñado en dos tardes la doctrina de Maquiavelo. Es mucho pedir que en otras dos le enseñen economía como a ZP. Maquiavelo advirtió en el manual del gobernante, como aferrase al poder, ateniéndose a la efectividad de las cosas y no al cómo deberían ser. Si un gobernante atiende éstas razones, el deber ser, puede que arruine su mandato por intentar hacer el bien. Así es que un gobernante cuya única finalidad es la conservación del poder, como todos los días nos lo hace ver el doctor plagio, debe aprender a no ser bueno, ni hacer el bien. Si quiere mantenerse en el poder, debe aprender a no ser bueno y utilizarlo o no, según sus necesidades. Redundaba el creador del 'Príncipe', que el gobernante tiene que hallarse en condiciones de tener que aplicar métodos extremadamente crueles e inhumanos. Relataba que, a grandes males, no caben caminos intermedios. Cerraba cualquier posibilidad a la vía del compromiso.
En el pasaje perteneciente a los 'Discursos sobre la primera Década de Tito Livio', llegó a decir que el gobernante cuyos fundamentos de poder sean débiles, el mejor método es hacer nuevas todas las cosas en dicho Estado. Deshacer lo construido, que ninguna cosa quede intacta y que no haya nadie con algún privilegio que no lo reconozca como proveniente del gobernante. Miren, desde los viernes de dolores, llamados 'sociales', las reformas pretendidas a instancias de este gobierno nacional-socialista y comunista y la próxima «nueva normalidad», quieren que entremos en una nueva época, la del «hombre y la mujer nueva» (que no falte la idiocia de ese mal llamado lenguaje inclusivo que destroza la gramática española), como la de la revolución cultural de Mao.
Vendrán próximamente otros hombres de negro. Son los funcionarios de la UE, que aplicaran la condicionalidad en forma de contraprestación por el rescate o intervención económica al que estamos inexorablemente abocados. Es también Memoria histórica que, en 2011 publiqué que debiéramos ser rescatados, fundamentándolo en la imposibilidad de hacer las reformas desde dentro. La Comisaría de Economía presidida entonces (2009) por Joaquín Almunia, calificó las cuentas públicas españolas como de «alto riesgo». Se dijo entonces que «existirán graves dificultades en un futuro no muy lejano para las pensiones o asegurar el sistema público sanitario, en una situación que superará muy de lejos los efectos de la crisis actual». Ese futuro ya es presente. En el corto plazo, la intervención tendrá efectos suaves, para intensificarse en 2021. Pensiones, sueldos de todos tipo y pelaje y prestaciones varias serán drásticamente reducidas.
Ante tanto hombre de negro, hoy celebro la presencia en El Puerto de Santa María de Mauricio con su camiseta blanca impoluta que dice lo que el 70% de la población anhela: «veteyasanchez». Yo remarco, vete a hacer puñetas y no vuelvas nunca más.