Hijo de Putin y padre de Pútinas

Pobre Ucrania, pobres ucranianos. Han saboreado la libertad como valor y principio fundamental del ser humano y ahora pretenden arrebatársela los herederos del mayor régimen genocida de la historia de la humanidad, los nuevos comunistas rusos

En la extinta URSS, casi todos los carcamales que se asomaban al balcón a presidir el desfile militar como Secretarios Generales del partido comunista eran de origen ucraniano. Con la caída del Muro de Berlín, la desaparición de la URSS, significó la desaparición de las ... cadenas que oprimían las naciones con soberanía compartida. Habían descubierto la libertad, la que ahora intenta arrebatar el ‘putinesco’ por excelencia hijo de Putin.

Vladímir Vladimírovich Putin es hijo de Vladímir Spiridónovich Putin. Para abreviar Putin es un hijo de Putin. Si no que se lo digan a los que disienten de él, como Mijail Jodorkovsky, Ana Politkovskaya, los ucranianos y todo aquel que supone un obstáculo para sus pretensiones. Putin, que es un hijo de Putin, ‘putinesco’ por excelencia se anexionó Crimea por la fuerza, sin tener en cuenta el derecho que asiste a Ucrania a su integridad. Ahora reconoce como Estados independientes las regiones separatistas de Donetsk y Luhansk, al este de Ucrania.

Pobre Ucrania, pobres ucranianos. Han saboreado la libertad como valor y principio fundamental del ser humano y ahora pretenden arrebatársela los herederos del mayor régimen genocida de la historia de la humanidad, los nuevos comunistas rusos. Haciendo un poco de historia, comienza con la intención alemana que exige la creación de la república de Ucrania al Imperio ruso en los prolegómenos del siglo XX. La obsesión germana por la implantación del Lebensraum ya existía, término alemán que puede traducirse como hábitat o espacio vital, sobre el que justificaría años más tarde la intervención alemana con Hitler. Lo mismo intentó Gran Bretaña en plena Guerra Civil rusa en 1918. Al erigirse vencedores los bolcheviques decae la pretensión británica. No obstante, Lenin crea la república ucraniana. A continuación Stalin somete a una hambruna a toda la URSS, no tanto por represión, sino por incompetencia económica del sistema para alimentar a la población. Especialmente intensa en Ucrania que se llevó a millones de muertos. Cuando llega la II Guerra Mundial, los nacionalistas ucranianos se alían con Hitler, abanderado por el ultranacionalista Stepán Bandera. La propia inteligencia americana durante la Guerra Fría entendió que no existía una nación ucraniana. La opinión cambia en época de Carter con el politólogo de origen polaco Brezinski, que odiaba a los rusos, reconstruyendo el relato de la existencia de la nación ucraniana. Con Gorbachó, una vez caído el Muro de Berlín, parece ser que se acordó de manera informal que Ucrania nunca entraría en la OTAN (no ampliar la OTAN a las fronteras con Rusia, a cambio de que Rusia retirara sus ejércitos del este de Europa). Pero, Ucrania es un Estado soberano, sin duda desde la desaparición de la URSS. Con anterioridad podríamos denominarlo como nación con soberanía compartida, como ocurría con todos los Estados del llamado Telón de Acero. Finalizan los antecedentes con el Protocolo de Minsk, acuerdo para poner fin a la guerra en el este de Ucrania, firmado por representantes de Ucrania, la Federación Rusa, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk en 2014. Pobre Ucrania, pobres ucranianos.

La añorada Rusia por algunos cuando integraba la URSS, parece que vuelve a la actualidad. Atrás quedaron las ristras de descerebrados que se ponían al servicio de la 3ª Internacional, siéndoles anuladas su capacidad de pensar, como primera medida. Su grado de alienación era de tal magnitud, que el sujeto no controla, algo así como un ‘yo’ que se extraña. Ocurre que, esta manta de indeseables no conocían las tesis de Tomás de Aquino. Era considerada por este como la posesión del cuerpo del hombre por el demonio. Pues bien, eso es lo que añoran algunos en España. El problema surge cuando algunos de los que mandan y desgobiernan el Estado, echan en falta con todas sus fuerzas esa situación. Ahora se alían con el «no a la guerra», para pasar a achacar el origen del mal a la OTAN. No a Rusia y al hijo de Putin, porque Putin tenía padre. Putin también. En España, la izquierda comunista se posiciona al lado del tirano y dictador putinesco.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios