Opinión
Gatillazo
Todas las instancias políticas catalanas han ejercido todo tipo de violencia explicita y soterrada para encauzar el proceso
Los siete dirigentes independentistas presos en la cárcel de Lledoners, en diciembre.
Error de puntería ocasionado al ejercer excesiva presión sobre el gatillo de un arma de fuego. No es ese el sentido que pretenden estas palabras. Vendrell, dirigente de ERC, señalaba en su correo intervenido que, el plan era debilitar al Estado en la mesa de ... negociación, como paso previo al regreso a la vía unilateral. Las previsiones de los separatistas catalanes pasan por exigir la amnistía para el regreso del fugado y cobarde Puigdemont y sus adláteres y la vuelta a la unilateralidad de la consulta, en caso de que las partes no consigan acordar una consulta pactada sobre la independencia. Lo cual es absolutamente inconstitucional. Tanto como los indultos que se otorgarán, considerando las condiciones que deben darse para su otorgamiento.
El indulto y la amnistía se diferencian en el carácter individualizado de aquellos, a diferencia de esta, que además no exigen razones de justicia, y de equidad para fundamentar su otorgamiento. Sin embargo, los indultos exigen proporcionalidad entre el daño causado y la dimensión de la pena. Y por último, lo condiciona a la reinserción de los penados en un sistema de valores y principios que garantice que no volverán a reincidir. Se trata por tanto del ejercicio del derecho de gracia conforme a la Ley de 1870 que lo prevé. Inevitablemente, dicha Ley debe ser puesta en relación directa con el artículo 102 CE. Dispone este que, sí el delito lo fuere contra la seguridad del Estado, sólo podrá ser planteado por el 25% de los miembros del Congreso y aprobado por la mayoría absoluta de la Cámara. Significa que el procedimiento seguido por el gobierno es inaplicable, por el motivo expuesto de haberse incurrido en un delito contra la seguridad del Estado. Además, está el segundo motivo que lo hacen ilegal, la utilización del derecho de gracia para asegurar la estabilidad en las Cámaras de quien lo plantea y lo otorga. El gobierno incurre en fraude de Ley. Y todo ello para supuestamente encarrilar la situación que descarriló en 2017. El nacionalismo catalán adoptó desde 2000, la formula política populista excluyente. El diálogo se torna en ineficaz. Lo han dicho desde entonces, lo recalcan ahora y lo proyectan al futuro inmediato cuando dicen que su intención es la autodeterminación para la independencia. En ese diálogo no se puede entrar. Las vías para el diálogo debieran ser otras. Ocurre que los separatistas catalanes saben que, con la CE en sus términos hoy existentes, la independencia no es posible. Sólo vale la reforma de la CE, acomodándola a sus pretensiones y entonces sería viable legalmente. Por eso contemplan en el fondo un solo escenario: volverlo a hacer. De ahí que los indultos no sean convenientes, amén que son ilegales si no se atienen a lo expuesto por el TS. El Estado debe mantenerse firme. Para ello, el gobierno deberá defender sin fisura el interés general. El de todos, porque solo de esa forma se respeta el principio de soberanía nacional y por ende el principio de la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. España es previa a la CE. Ésta articulará los medios para hacerla viable conforme a las reglas y principios en ella dispuestos.
Decía Arzallus refiriéndose a los terroristas de ETA que, «son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta». El caso catalán no es diferente. Todas las instancias políticas catalanas han ejercido todo tipo de violencia explicita y soterrada para encauzar el proceso. Tan es así que, todo se externaliza como un continuo desafío al Estado. No están dispuestos a pedir perdón, no se arrepienten. Arremeten diciendo que «nos indultan, aunque no lo hayamos pedido y aunque digamos que lo volveremos a hacer porque nos ampara la razón». Quizás “su razón”, que no la de los demás. Pero lo que nunca les ampara es la Ley, expresión de la soberanía nacional. De todos los españoles, no de una parte.
Cuando las cosas se hacen saltándose la Ley y los procedimientos legales, el punto de llegada es la ilegalidad, el absurdo y la contradicción. Corresponde al Rey ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales. A su vez, dice la CE que, la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial. Estamos pues ante el mayor de los oxímoros. Pretenden llevar al Rey el paroxismo de la contradicción. A esto se refería Díaz Ayuso y no a otra cosa. Bien hecho y dicho Dª Isabel. Pero dejemos en paz al Rey para que viva y reine por muchos años.
Comenzaba todo esto con un gatillazo. Porque decían no hace mucho que el suflé del proceso se desinfla. Un suflé “gatillatizado”. Ahora pretende rehabilitarlo, “degatillizándolo”, que quede erecto nuevamente. El gatillazo por nervios puede tener como consecuencia la eyaculación precoz. Sin embargo, la exaltación de lo meramente precoz, referido ahora a todo aquel proceso, cualidad o habilidad que se desarrolla o que llega a su término antes de lo habitual, debemos situarlo en la cumbre bilateral de “cum fraude” con Biden. En 29 segundos la consumó. Consummatum est.
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