Una gaita bajo la falda

Mientras en Escocia el debate es lo que se lleva o no bajo la falda, como emblema independentista, en Cataluña la diferencia se encuentra en las ‘espardenyes’

Orson Welles cayó en las desgracias de William Randolph Hearst cuando lo desafió. Es lo que tiene tocarle los cataplines a un magnate de los medios de comunicación. Hearts había bautizado el clítoris de su amante como ‘capullo de rosa’. Esa tierna e incipiente flor ... debiera ser guardada bajo las faldas cualesquiera que fueran. Pero no, bajo el kilt o falda escocesa, se guardan muchas cosas más. Aunque la ropa interior puede o no usarse bajo el kilt, a gusto del portador de tan varonil prenda, la tradición dice que un ‘verdadero escocés’ no debe usar nada debajo de su falda. El independentismo catalán pretende copiar a Escocia con un referéndum pactado, como parece ser el siguiente paso que prepara el separatismo. Ahora bien, España no es Reino Unido ni Cataluña es Escocia.

Mientras en Escocia el debate es lo que se lleva o no bajo la falda, como emblema independentista, en Cataluña la diferencia se encuentra en las ‘espardenyes’, absurdas alpargatas portadoras de los Mosssos cuando visten de gala, muy prácticas para los días de lluvia. La ‘Manual alpargatera’ las confeccionan con primor. Tanto como pondrán en la confección del capullo de rosa que acompaña la bandera del PSOE. Así es que todo vuelve a los principios. Los capullos de las rosas, las gaitas para ser tocadas, lo que hay o no bajo las faldas escocesas. Pero hay una cosa que no cambia desde que tengo uso de razón, es como me tocan la masa testicular los catalanes independentistas y los que, sin decir serlos, pretenden lo mismo y los políticos españoles que no se aclaran con el problema. Un poquito de por favor, porque ni soy escoces, ni catalán. Ni que yo sepa, estoy emparentado con Hearts, ni por supuesto escribo como Welles

Una buena dosis de humanismo ‘en rama’ como el vino de Jerez debiera ser exigido a los políticos. El buen gobierno precisa de mucho conocimiento por el gobernante para tomar las oportunas decisiones ante las múltiples disyuntivas ¿Que podemos pedir a nuestro presidente, que guía erróneamente a nuestra nación, sí lo que acredita es una tesis plagiada con intervención de tantos negros como los intervinientes en el célebre coro del Callejón de los negros?

No voy a hablar de los indultos, porque pretendo que mi cerebro no se pudra pensando en ello. Lo único que haría es volverlo putrefacto. Me dan nauseas sólo de pensarlo. Sólo pretendo expresar la tomadura de pelo, producto de la mesa política, donde serán comensales estelares ‘cum fraude’ y el delincuente Junqueras

El del ADN francés. El que no sólo se parece a Alain Delón, sino que, si lo veo de perfil, veo el ramalazo que tiene a Laetitia Casta. Sé lo que me produce dudas, que es lo que lleva bajo la falda. A veces la gaita, a veces el mogollón, a veces un capullo, no si de rosa o de un cactus… es lo que tiene tener que imaginar… porque todo lo que han dicho ambos interfectos es producto de la imaginación calenturienta. Porque saben de sobra que, o se modifica la Constitución, o el único camino posible para el independentismo es la vía unilateral. Todo lo demás es una majadería producto del ejercicio del poder, que no de la autoridad.

La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. España, toda ella es propiedad de todos los españoles. Que yo sepa cuando se vende algo, intervienen en la venta todos los propietarios. Desde luego, el concurso de la mayoría es necesario, para que la venta sea posible. Las instituciones del Estado previstas en la CE deben garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Confiemos en ello desde luego. La mesa que se pretende constituir, después de los repugnantes indultos, aspiran a retorcer la Constitución. Lo honesto es que, si se pretende la modificación total o parcial del Título preliminar, el Capítulo segundo, Sección primera del Título I, o al Título II, se deberá proceder a la aprobación por mayoría de dos tercios de cada Cámara, y a la disolución inmediata de las Cortes.

Es lo que hay sí lo que se pretende es trocear la soberanía nacional y la venta de España. Es más, se exigiría a continuación que las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación.

Yo propongo que el primer gobierno que sustituya al actual, inicie un procedimiento de reforma para aclarar de una vez por todas, la cuestión lingüística y la nítida diferenciación competencial del Estado y de las CC. AA. Al ser un proceso que exigiría el procedimiento descrito, de paso ratificamos nuevamente el resto.

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