OPINIÓN
Como en China
El gobierno pretende perpetuarse en el poder y para eso se ha inventado que España deberá ser una República plurinacional
Los chinos también tienen memoria histórica. Mejor dicho, el partido Comunista la tiene. Exige éste a Hong Kong que no la tenga. El gobierno tacha la educación de la excolonia como perversa y poco patriótica. Basarla como se hacía hasta ayer, en los ... valores y principios democráticos, la convierten en sospechosa e incompatible con el territorio del país donde se asienta. El Comité Central del partido decidió por «unanimidad» impedir la educación basada en el ideal de las democracias liberales, como la opción más respetuosa con los derechos de toda índole del ser humano. Los comunistas se pusieron manos a la obra, desde la reversión de la colonia. Y comenzaron por el sistema educativo y los contenidos de las enseñanzas. Para ello se instó en la «educación histórica y cultural», como forma de aumentar su conciencia nacional y patriotismo. Lo que hace crecer en los estudiantes el sentimiento de una identidad nacional. A lo que hay que añadir ciertos retoques en las Ley de Seguridad Nacional, que considera cualquier acto de protesta como sedición, penada con cadena perpetua. Esa Ley toca directamente la libertad de expresión. Bajo su incipiente mandato en la colonia, ha provocado una limpia en las librerías y bibliotecas, con la intención de crear un ambiente seguro para la educación. Sólo les queda seguir los dictados de la Ley, y reescribir su Historia. Ya disponen por imposición del Partido de la mejor herramienta para el adoctrinamiento. Y en ciernes, 66 volúmenes de ‘Crónicas de Hong Kong’, que recreará la Historia hongkongolesa desde hace 7.000 años. Y muy pronto, los más jóvenes y los que lo son menos, habrán concluido en la inseparable e inquebrantable relación entre ambos territorios. Así de explícito lo decía en las postrimerías del pasado año el NYT.
España y China no son lo mismo. Para empezar China acredita el control del territorio excolonial de Hong Kong. Nosotros seguimos con las monas de barbería deambulando por su casa, la Roca, colonia de SM Elizabeth. Pero, lo de la ‘Memoria histórica’ nos une como vínculo umbilical. En España y en China, los socialistas y comunistas de occidente coinciden con los comunistas y capitalistas del lejano oriente: construir el espíritu del nuevo hombre, a través de la educación histórica y cultural. Aquí, anexado a la colonia de los monos por excelencia, vivimos inmersos en la década de los 20 del siglo XXI, que será la antesala de la de los 30, y parece que fue ayer, esta misma, pero del siglo XX. Desde el inicio de la República hasta la finalización de Guerra Civil, se han escrito más de dos decenas de miles de libros. Me niego a que la de Cabra y el de Galapagar produzcan una visión única de ese especial, delicado y doloroso episodio de la Historia de España. Cum fraude y el del moño, relanzan una vez más las estrategias puestas en marcha por ZP: el negocio de la memoria, entonces «histórica, ahora democrática». El PSOE acepta el relato comunista de Podemos, el que hasta hace poco lo era en exclusiva de una izquierda marginal. Esta ha ganado la batalla cultural en la izquierda, arrastrando a los socialistas, que ahora aspiran al socialismo del siglo XXI, el de Venezuela.
El dúo Picapiedras asume la posmodernidad, en la que toma preeminencia la formulación política filosófica de Nietzsche, destacando la importancia de la voluntad de poder, creando cada uno su propio mundo y formulando sus propios valores. La intención del gobierno con la «memoria» supone revisar nuestra historia democrática que nace en el 78. El gobierno pretende perpetuarse en el poder y para eso se ha inventado que España deberá ser una República plurinacional. Llevarnos al abismo, al origen de la Guerra Civil. Dejando de lado el pasado, el futuro sólo nos depara una doble opción: o todos monos o todos chinos.
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