OPINIÓN
Algo sube y algo baja
Si crece la cantidad de dinero en la economía, su valor disminuye
Si crece la cantidad de dinero en la economía, su valor disminuye. La subida del nivel general de precios se llama inflación. Esta se calcula por medio de la variación porcentual del índice de precios al consumo. La política de estímulos del BCE y la ... compra de deuda por éste han relajado hasta extremos insospechado la política económica del Gobierno.
El aumento de la inflación en España, que para el mes de septiembre se ha situado en una tasa del 4%, se debe a la recuperación de la demanda (mayor consumo), que no se ve correspondida con un incremento de la oferta (producción de bienes y prestación de servicios). Una vez más, el Gobierno nos engañó a sabiendas con el índice de la tasa de crecimiento, que ha habido que reducirla a la mitad.
Además, los factores que han contribuido al incremento de la inflación en los últimos tiempos impedirán la futura recuperación en el corto y medio plazo. Se considera motivo de ello, entre otros, la falta de trabajadores que no terminan de incorporarse al mercado por los instrumentos de suspensión de los contratos (ERTE’s). Hay que añadir determinadas decisiones de política económica, que impiden el equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo, y que se reflejan en los incrementos salariales. Es necesario adoptar decisiones que permitan puntos de encuentro (el SMI y la subida prevista para los empleados públicos van a provocar efectos perniciosos en el mercado de trabajo general de la economía) que posibilitan crear empleo en situación favorable, que sólo lo va a ser cuando se intensifica la productividad del factor de producción trabajo. Crear empleo, sobre todo público que es lo que hace este Gobierno, sin considerar la incidencia en ello de la productividad, lo que hace es intensificar las desigualdades entre trabajadores.
Por el lado de los costes y su aumento, resaltar fundamentalmente el de las energías. Existen presiones al alza en los mercados gasista y petrolero. A lo que hay que añadir el de la electricidad, incrementado artificialmente con los costes de emisión de CO 2 . Las medidas adoptadas por el Gobierno, responsable exclusivo del desaguisado eléctrico español desde ZP y sus renovables al precio que fueren entonces son inadecuadas, en cuanto que suponen un incremento de la inseguridad jurídica, lo que desincentivará la inversión desde ya en las eléctricas españolas como ya han anunciado, lo que empeorará la situación económica española general y eléctrica en particular en el largo plazo.
Todos estamos preocupados. Los mercados también. Un aumento prolongado de la inflación es para preocuparse. La magnitud de los estímulos de la política fiscal y monetaria para hacer frente al virus, han terminado por intensificar un desajuste entre la oferta y la demanda de bienes y servicios. Lo que podría agudizarse si el incremento de precios conlleva un incremento salarial de naturaleza causal (indexación).
La vicepresidenta del Gobierno ha tenido que rectificar en 3,3 puntos su pronóstico de crecimiento económico. Si lo trasladamos al cuadro macroeconómico que reflejan los PGE, el desfase supone una bajada de 36.000 millones. ZP se equivocó en las previsiones de crecimiento (para justificar mayor empleo de gasto público) en un 4,4%, un punto más que ahora. Es la mentira patológica de la izquierda, siempre con el fin perverso de incrementar el gasto y desequilibrar el déficit y deuda pública.
Precisamente este menor crecimiento (hay que considerarlo teniendo en cuenta el nivel de contracción económico o crecimiento negativo padecido en 2020, que se situó en 11% negativo) y la alarmarte tasa de inflación en septiembre (4%), puede que sea premonitorio de una situación de estanflación (inflación elevada y bajo crecimiento). Si a ello unimos la próxima subida de tipos, lo que provocará en el Gobierno una determinación sin capacidad de maniobra de apuesta por la estabilidad presupuestaria «por narices»(habrá que hacerse cargo del pago del servicio de la deuda, que se verá sustancialmente incrementada y que habrá que pagar, ya que en caso contrario incurriríamos en suspensión de pagos, padeciendo directamente el desastre de política económica auspiciada por políticos manirrotos desde 2004). Lo que nos lleva a aseverar que todo lo que sube, baja y viceversa, aunque a veces nos cueste entenderlo. Indexar el índice de inflación en las pensiones y aplicarlo a las subidas salariales de los empleados públicos, es premonitorio de una espiral inflacionaria que nos hará a todos al final más pobres.