90 años y 52 días
Hay un hilo conductor directo entre la II República y la Revolución Soviética que sacudió España en 1917
Se publicó a diestro y siniestro en ‘la Prensa’ el 21 de febrero de 1936. La Estatua de la Libertad tuvo la ocasión de leerlo en el influyente periódico neoyorkino de habla hispana. Knoblaugh, corresponsal de Associated Press, había mantenido en 1935 una entrevista con ... Largo Caballero cuando este se encontraba en la cárcel. ¡Detrás de estas rejas tienen Ud. al futuro amo de España! Lo recoge el corresponsal en su libro ‘Última hora: guerra en España’. Entre tanto Lenin había declarado que España sería la 2ª República Soviética de Europa. Y concluía el ‘insigne socialista y ugetista’ que él sería el segundo Lenin que lo haría realidad.
Hay un hilo conductor directo entre la II República y la Revolución Soviética que sacudió España en 1917. En ese año tuvieron lugar varios acontecimientos determinantes en la futura Historia de España. Contarlos es absolutamente necesario para conocer nuestra Memoria Histórica: varios golpes de Estado, se formaliza el pacto UGT y CNT para crear la red de soviets y el desafío secesionista de Cambó.
Lo recoge a la perfección Roberto Villa. Ese acuerdo sindical tenía como finalidad derribar la Monarquía constitucional y el establecimiento de una red de soviets, convertidos en instrumentos insurreccionales que supusieron el mayor baño de sangre, habido en nuestro país durante el siglo XX hasta 1934. Desde la crisis de 1917, han convergido como objetivos republicanos, la revolución y el nacionalismo periférico. La adopción por una parte importante de los republicanos de 1931, de las tesis ideológicas jacobinas, suponía una reacción de toda índole contra sus oponentes. Decía Casares Quiroga, presidente del Gobierno con el Frente Popular, siguiendo la doctrina de Robespierre, jacobino por excelencia que, para evitar el triunfo de la oposición (reacción), es necesario disponer los medios para que no exista libertad para los enemigos de la libertad.
En el caso de la Revolución Francesa, incluso el otro partido que apoyó la Revolución, los girondinos, se convirtieron en sospechosos, siendo condenados a la guillotina. El jacobinismo terminó convirtiéndose en una dictadura que determinada a su antojo los conceptos de virtud, libertad y patriotismo. De ahí que Azaña en 1934, excluyese en su plegaria del Coliseo Pardiñas, la posibilidad de gobierno a todos los que no hubieran participado en la proclamación de la II República. Y lo decía a colación con el triunfo de la CEDA en las elecciones de 1933, donde obtuvieron 117 escaños, convirtiéndose en el grupo mayoritario del hemiciclo. Advirtió Azaña sobre este hecho que, los de la CEDA y los Agrarios no tienen títulos políticos para ocupar el poder, aunque tengan número suficiente para sostenerse.
La entrada de tres miembros de la CEDA en el Gobierno, provocó la reacción de los republicanos de izquierdas, firmantes después del Frente Popular, calificando a la derecha monárquica, los agrarios y la CEDA, de enemigos del régimen y advirtiendo que, contra ellos, como contra los tiranos, todo era lícito. Todo esto explica el golpe de Estado de 1934, auspiciado por la huelga general revolucionaria organizada por los socialistas en toda España, conocida con el nombre de Revolución de octubre de 1934.
Creo que debe ser conocido por todos lo acontecido en ese turbio período de España que, arranca en 1917 y finaliza en 1977 con la promulgación de la Ley 1/1977, de 4 de enero, para la Reforma Política que, permitió la eliminación de estructuras de la dictadura franquista desde un punto de vista jurídico. Hay publicados miles de libros de toda índole. Cada uno debe sacar sus conclusiones.
Adoctrinarnos por la Memoria Histórica y ahora Democrática es un gravísimo error. El pensamiento único como fórmula retórica para descalificar las ideas del oponente ideológico, es volver al 34. Testigo mudo de excepción, las paredes del Coliseo Pardiñas, donde una vez más erró Azaña. En España las repúblicas han sido sectarias y excluyentes. Quizás por eso soy monárquico.
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