El Apunte
El fenómeno turístico
Los nuevos apartamentos de alquiler en cortos periodos aportan riqueza pero precisan de normas para frenar sus posibles inconvenientes
Cualquiera que pasee por cualquier población gaditana con los ojos bien abiertos ha observado un llamativo auge de los llamados apartamentos turísticos. En los barrios más tradicionales, se han multiplicado exponencialmente a una velocidad asombrosa. Es posible llamarlos, sin exageración, como un nuevo fenómeno comercial. ... Este tipo de alquileres breves pero constantes, a un público exclusivamente turístico, supone comercializar esa mezcla entre piso común y habitación de hotel, sin más servicios ni instalaciones. Es una de las vías en auge absoluto. Es cierto que, al fomentar el turismo nacional e internacional, familiar y urbano, contribuye a romper la estacionalidad y redunda en una mayor actividad de la hostelería que los rodea. También es muy poco agresivo para el urbanismo y el paisaje, no precisa de grandes instalaciones y, de hecho, propicia la rehabilitación de viejas fincas que tenían un incierto futuro. A cambio, no crea tanto empleo porque carecen de los servicios, y trabajadores, de un hotel común. Impulsan al alza el precio de alquileres de viviendas comunes y de los precios que los vecinos estables de la zona deben soportar a diario en los servicios. Es evidente que precisa de mayores controles fiscales y administrativos, nuevas reglas reguladoras para una figura nueva que crece de forma muy rápida.
Con ventajas e inconvenientes, con prudencia, resulta importante recordar que estos apartamentos turísticos vienen a reforzar el turismo, que es nuestra mayor riqueza a repartir. Contribuye a que sea estable, a que los niveles de estancias y visitas mantengan una mayor regularidad. Es una pieza más del puzzle. Como otras, como el turismo rural que crece sin cesar. Como el de los cruceros que llegan con un ritmo nunca conocido a la capital gaditana. El sol y la playa conservan su fuerza espléndida como atractivo en la provincia pero la vía de los apartamentos aún permite reforzar núcleos de Tarifa, Vejer, Arcos, Jerez, Sanlúcar o Cádiz lejos del verano. La industria turística hace muchos años que es una realidad y sería de necios negar su riqueza, matizarla, siquiera lamentarla. Es una evidencia que el turismo y sus empresas auxiliares forman el sector económico más robusto de la dañada economía provincial. El reto es descubrir sus nuevas formas y adaptar la legislación a estas novedades.