De médicos

El coronavirus ha evidenciado un «despropósito absolutamente contradictorio de aquellos a los que se les llena la boca con lo 'público'»

El ministro de Sanidad

El pasado 2 de marzo, hace algo más de un mes aunque parezca que haya pasado un siglo, el ministro de Sanidad , en una entrevista radiofónica a raíz de los primeros casos de coronavirus , se mostraba confiado en que no fuera ... necesario reforzar plantillas en centros de salud y hospitales porque, como decía, los medios humanos y materiales son suficientes . De la disponibilidad de estos últimos, nadie mejor que los que están en primera línea para corroborar las previsiones ministeriales. En cuanto a los recursos humanos, y refiriéndome solo a Medicina, esa supuesta suficiencia se reflejó poco después en el BOE con la posible incorporación de médicos jubilados , de profesionales de países no comunitarios en fase aún de evaluación, de aquellos que no obtuvieron plazas en la última convocatoria MIR , e incluso de los estudiantes de 6º curso .

Se abría también la posibilidad de que los residentes pudieran ser trasladados a otra comunidad autónoma donde fuesen más necesarios, al tiempo que a los de último año, a las puertas de obtener su especialidad, se les prorrogaba los contratos de formación en lugar de darles su merecido Título y contratarles como Dios manda. Claro que se puede aducir que estamos en una crisis repentina e insospechada, pero ahora que entramos en eso que se ha llamado “desescalada”, habría que volver a cuestionarse las afirmaciones de esa entrevista del 2 de marzo en la que Sanidad afirmaba disponer de recursos humanos suficientes . O quizá habría que consultar al famoso Comité asesor de expertos que, según el gobierno, es el que en último término marca las pautas de lo que se hace o se deja de hacer; siempre se ha dicho que es bueno tener niños en casa a los que echar la culpa de lo que pase o deje de pasar. Aunque ya sea imposible volver a la situación anterior a esa fecha, porque el sistema ha quedado más que tocado, conviene recordar que el último informe de la Organización Médica Colegial indicaba que más del 40% de los médicos en activo sobrepasan los 55 años por lo que en una década estarán jubilados. No se trata solo de un problema de futuro; antes del coronavirus, era palpable el déficit de facultativos. En muchas especialidades es tarea casi imposible encontrar especialistas a los que contratar , lo que no quiere decir que la ocupación laboral no esté llena de precariedad. Y, sin embargo, el número de plazas para hacer la especialidad es claramente insuficiente.

En la convocatoria 2018 para acceder a la formación especializada en el 2019, el número de plazas fue de 6.513 para 14.466 admitidos a examen; es decir se quedaron fuera 7.953 médicos, esos mismos para los que ahora, con la crisis, el Ministerio contempla su contratación por 3 meses prorrogables de 3 en 3. Un desequilibrio entre plazas y aspirantes que no para de crecer , mientras que Universidades va a su bola incrementando la bolsa. Todo un despropósito absolutamente contradictorio de aquellos a los que se les llena la boca con lo ‘público’. Los datos están publicados, las actuaciones concretas están perfectamente definidas por los Colegios de Médicos, las Facultades de Medicina y el Foro de la Profesión Médica, pero, como en el caso de la llegada de la epidemia, los responsables siguen sin darse por enterados.

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