Martes Santo

El coronavirus no solo no se ha ido, sino que amenaza con una cuarta ola. La prudencia y la responsabilidad mandan un año más

Ecce-Homo

Martes Santo en Cádiz . Sanidad, Piedad, El Caído, Columna y Ecce-Homo. Si todos los años la costumbre nos hace mirar al cielo y consultar los partes meteorológicos, en esta ocasión no ha existido espacio para esa incertidumbre; son demasiados los días de ... Pasión que llevamos a cuestas, una Cuaresma extendida ya en el tiempo. Han pasado ya dos años desde que vimos en las calles de Cádiz a la Santa Faz portada por la Verónica, que la talla del XVIII de la Piedad luciese su esplendor en la Carrera Oficial, que el paso de El Caído estrenase cartela frontal en el nuevo que sustituyó a aquel que llevaba grabados los escudos universitarios, que sonara la marcha gaditana ‘Ecce Homo’ del Maestro Escobar o que Columna incorporase a San Pedro a su paso de misterio, el mismo día en el que la liturgia recuerda su reiterada y triple negación.

Cuando el año pasado la pandemia impidió las salidas procesionales en Semana Santa todos pensamos que el año siguiente, el 2021, sería distinto y que, de nuevo, se volvería a consultar las previsiones de lluvias, esas que todos los años hacen de las suyas por estas fechas. No ha podido ser. El coronavirus no solo no se ha ido, sino que amenaza con una cuarta ola. La prudencia y la responsabilidad mandan un año más y en este Martes Santo tampoco habrá pasos en las calles; ni cirios, ni túnicas, ni marchas procesionales.

Todas las localidades han adaptado su Semana Santa a las circunstancias, y el gaditano que desee ver una procesión no le va a quedar más remedio que cruzar la frontera más permeable del continente, la de Gibraltar, para olvidarse del toque de queda, de las mascarillas y asistir a la salida del Santo Entierro desde la iglesia de La Caleta, que no está en el barrio de La Palma sino en el Peñón. Porque allí, tras haberse vacunado prácticamente a toda la población, la Holy Week se va a celebrar bajo el lema ‘Operación Libertad’, obviando que el coronavirus no necesita presentar pasaporte en la verja y que a este lado todavía queda mucho para que nos inmunicemos. Mientras tanto, viviremos una Semana Santa distinta, pero, al fin y al cabo, y al margen de los cambios en las representaciones externas, una auténtica Semana Santa. De hecho, el aire huele a incienso, y hasta los pasos del Caído se han acercado, después de 13 años, a las puertas del Parque para exponerse en la capilla rehabilitada del Colegio Mayor.

Este año no veremos procesiones en las calles, pero con las medidas de seguridad imprescindibles, y con la responsabilidad personal de guardar las distancias, podemos hacer un recorrido por todas las iglesias gaditanas para ver con detalle nuestras imágenes, algunas de ellas auténticas obras de arte de las que merece la pena disfrutar. Seguro que, en algún momento, también sonará una saeta. Este Martes Santo podemos pasarnos por Santa Cruz, por la capilla del Caído, por Santiago, por la de San Antonio o por la de San Pablo. Y lo mismo podremos hacer el resto de la Semana Santa por las iglesias gaditanas, sin estar pendientes de la lluvia. Este año, como el pasado, la amenaza es otra. Así que, con responsabilidad, vivamos esta Semana Santa que, aunque ciertamente atípica, sigue siendo Semana Santa.

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