Elcano, gaditano
El sábado pasado, con sus 4 palos, Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus, y llevando en su proa la imagen dorada de Minerva, volvió, una vez más, a hacernos sentir que es nuestro
![Felicidad Rodríguez: Elcano, gaditano](https://s1.abcstatics.com/media/opinion/2022/02/15/v/elcanoo-k0NB--1248x698@abc.jpg)
Este pasado sábado, un año más, la Bahía de Cádiz se vistió de gala para desear un buen viaje a Elcano y a sus marinos. Siempre es un día especial y emocionante, para los que inician la travesía, para los familiares que los despiden durante ... un tiempo que para ellos se les hará eterno, para los amantes del mar, y para la mayoría de los gaditanos que sienten al buque escuela como algo propio. Siempre es un espectáculo bellísimo disfrutar de esa salida, en la que nuestro bergantín-goleta, escoltado por el Vigía que le rinde honores y arropado por cientos de embarcaciones con sus bocinas, toma el rumbo. Porque de Elcano hay muchas maquetas, en Madrid, en Cartagena y en otros muchos lugares, pero su casa, lo que se dice su casa, está en La Carraca. Y aquí vuelve siempre para descansar hasta el próximo viaje. Al fin y al cabo, Elcano es gaditano de nacimiento, en continente y en contenido. En Cádiz nació el Cuerpo de Guardias Marinas, allá por los primeros años del siglo XVIII y en pleno Pópulo, donde Jorge Juan, capitán de la Compañía también creara el primer Observatorio de Marina. Así que para Cádiz se vinieron los primeros de esa larga relación de jóvenes que antecedieron a los alumnos aspirantes que este fin de semana comenzaron su 94º crucero de instrucción.
El Juan Sebastián Elcano también se construyó en los astilleros gaditanos, y en agosto de 1928, a las 11 de la noche, el flamante y nuevo buque insignia izó sus veinte velas para comenzar, animado por las bocinas de los otros barcos, como el pasado fin de semana, su primer crucero que le llevaría a dar la vuelta al mundo. Nadie diría al verlo que han pasado 97 años desde que se le viera emerger, en 1925, de la dársena gaditana tras colocársele su quilla. El sábado pasado, con sus 4 palos, Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus, llamados así en homenaje a los 4 buques escuela que le antecedieron en su misión, y llevando en su proa la imagen dorada de Minerva, volvió, una vez más, a hacernos sentir que es nuestro. Porque el Juan Sebastián Elcano es embajador de España, pero también es, un poco, embajador de Cádiz. Una nueva travesía en la que los 73 Guardiamarinas se formarán y entrenarán como futuros oficiales de la Armada, pero también llevando a cabo tareas de investigación como la catalogación de mamíferos marinos, el registro y el análisis de variabilidad de las temperaturas marinas, o las que tienen que ver con el papel de observatorio permanente del cambio climático que tiene el buque insignia español. Y este año, además, recordando también la primera circunnavegación del planeta, la expedición de Magallanes que culminara el gran marino del que nuestro buque escuela toma el nombre, Juan Sebastián de Elcano. Visitarán así Grecia, Italia o Francia, en justo homenaje a aquellos países que aportaron marinos a la gesta de la primera vuelta al mundo.
El sábado pasado dijimos un hasta luego a Elcano, al que volveremos a tener en casa dentro de 6 meses tras habernos representado, la mejor de las representaciones que podemos tener, en Atenas, Civitavecchia, Praia en Cabo Verde, San Juan de Puerto Rico, La Habana, Miami, o en la francesa Saint-Malo. Pero en julio, de nuevo estará en casa, dispuesto a prepararse para la próxima singladura.